LA AUSTERIDAD FALTO A LA CITA
Mientras que en la provincia de Santa Fe y en espacial su capital Rosario hay gente que come salteado, ayer debimos soportar durante todo el día las imágenes de la fastuosa boda de Lionel Messi y su pareja Antonella Racuzzo con quien convive desde desde hace algunos años y tiene dos hijos. En realidad, me dan verguenza ajena esas imágenes. Si me averguenzan porque pienso en las miles de parejas que sueñan casarse y tener una fiesta inolvidable para sus vidas, pero apenas pueden dar el ¨SI¨ frente al juez y Dios, para terminar viviendo en un rincón de la casa de sus padres, porque en los tiempos que corren, es imposible pensar en la vivienda propia.
Ellos pueden dormir entre sabanas de lino, los nuevos matrimonios celebrados en la austeridad, deberán conformarse con lo mínimo, como mínima fue la ceremonia de casamiento y su posterior Luna de Miel, porque, pronto el trabajo duro de vivir los espera y no es cosa de perder jornales.
Triste y duro contraste sin dudas, entre una pareja y otras centenares con sueños truncos. Un punto aparte los invitados. Mas bien pareció un desfile de modelos donde el valor de cada traje o vestido holgadamente podía servir para alimentar a muchos hambrientos. De todos modos los contrayentes resolvieron sugerir a sus invitados que, en cambio de regalos, aportaran para la Fundación que preside el futbolista, un gesto que, a decir verdad, no me mueve de mi pensamiento porque mejor hubiese sido una boda mas simple y el dinero ayer gastado, habría servido para los mismos fines.
Semejante despliegue debimos soportarlo casi en ¨Cadena Nacional¨ y para muchos a punto de casarse, esas imágenes aumentaban su dolor al saber que que nada de eso ellos vivirán en tan trascendental decisión para sus vidas.
El futbolista volverá a los entrenamientos y a vivir lujosamente, los otros, que con su sudor y silenciosamente continuaran haciendo grande a la Patria, y, en un rincón de sus humildes viviendas, pensaran como seguir el día a día de sus vidas.
S.G
Mientras que en la provincia de Santa Fe y en espacial su capital Rosario hay gente que come salteado, ayer debimos soportar durante todo el día las imágenes de la fastuosa boda de Lionel Messi y su pareja Antonella Racuzzo con quien convive desde desde hace algunos años y tiene dos hijos. En realidad, me dan verguenza ajena esas imágenes. Si me averguenzan porque pienso en las miles de parejas que sueñan casarse y tener una fiesta inolvidable para sus vidas, pero apenas pueden dar el ¨SI¨ frente al juez y Dios, para terminar viviendo en un rincón de la casa de sus padres, porque en los tiempos que corren, es imposible pensar en la vivienda propia.
Ellos pueden dormir entre sabanas de lino, los nuevos matrimonios celebrados en la austeridad, deberán conformarse con lo mínimo, como mínima fue la ceremonia de casamiento y su posterior Luna de Miel, porque, pronto el trabajo duro de vivir los espera y no es cosa de perder jornales.
Triste y duro contraste sin dudas, entre una pareja y otras centenares con sueños truncos. Un punto aparte los invitados. Mas bien pareció un desfile de modelos donde el valor de cada traje o vestido holgadamente podía servir para alimentar a muchos hambrientos. De todos modos los contrayentes resolvieron sugerir a sus invitados que, en cambio de regalos, aportaran para la Fundación que preside el futbolista, un gesto que, a decir verdad, no me mueve de mi pensamiento porque mejor hubiese sido una boda mas simple y el dinero ayer gastado, habría servido para los mismos fines.
Semejante despliegue debimos soportarlo casi en ¨Cadena Nacional¨ y para muchos a punto de casarse, esas imágenes aumentaban su dolor al saber que que nada de eso ellos vivirán en tan trascendental decisión para sus vidas.
El futbolista volverá a los entrenamientos y a vivir lujosamente, los otros, que con su sudor y silenciosamente continuaran haciendo grande a la Patria, y, en un rincón de sus humildes viviendas, pensaran como seguir el día a día de sus vidas.
S.G
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