Hace muchos años, el creador de Paturuzú, dante Quinterno imaginaba al año que se iba como un viejo de barba muy larga y bastón en la mano. En alguno de sus dibujos, incluso se veía como era sacado a patadas del almanaque para dar paso al nuevo año. A diferencia del viejo año, al nuevo lo dibujaba como un bebe recien nacido, si era un niñito envuelto como un matambre , como antes se estilaba a proteger a los recién nacido, pero que ya no se hace porque, según los médicos, no es necesario ¨fajarlos de ese modo´. Lo cierto que el año nuevo está entre nosotros y debemos cuidarlo y soportarlo como lo que es un bebe que en los primeros tiempos tendrá berrinches y pañales sucios. Claro,sus primeros días de vida dependerá de nosotros, por lo que deberemos cambiar sus pañales a diario para que no sea un bebe maloliente.
Si, si somos cuidadosos el año 2017 crecerá sano y fuerte. Para ello, es necesario que pongamos todo de nuestra parte. Nuestras esperanzas en vivir mejor, trabajar para poder alimentarlo bien, educarlo y sobre todo darle cariño para que crezca y llegue a vivar los 365 lo mejor posible. Claro, no todo depende de nosotros. Hay factores que no dominamos y que pueden torcer el rumbo que le marcamos a este niño que acaba de nacer. Si, acertó, es nuestra clase política, cuyos intereses no siempre coinciden con los nuestros y que son muy simples : vivir cada año que pasa un poco mejor.
Nosotros buscamos hacerlo trabajando duro desde el lugar que nos puso la sociedad. Ellos también, paro lo hacen desde el poder, sitio al que lo elevo también, la sociedad. Nosotros trabajamos duro pensando en la familia. Ellos dicen trabajar duro para nosotros, pero no suele notarse ya que son ellos cambian rápidamente de estatus y nosotros lo hacemos luego de muchos años de trabajo y sacrificio. Claro, lo de ellos es más fácil,tienen el poder. El año recién comienza entonces, para nuestras familias breguemos por lo mejor, pero no dejemos de pensar en como castigar a los que truncan nuestras esperanzas.
Si a esos que investidos por el poder que le da nuestro voto, se olvidan y, no solo no nos participan de la fiesta, sino que también se llevan la torta que debiera repartir entre el pueblo. Si a esos que a nuestras espaldas realizan negocios vergonzosos, para todos ellos, en este año apenas nacido debemos pedirle que recapaciten o de lo contrario, habrá juicio y castigo. Si nuestro país necesita de castigos ejemplares para que de una ves por todas se ponga en marcha y todos, podamos tener una vida mejor y no solo unos pocos.
GERARDO SCIOSCIA
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