En Navidad, monseñor Frassia pidió “pasión por la verdad y el compromiso por el bien común”

En Navidad, monseñor Frassia pidió “pasión por la verdad y el compromiso por el bien común” 
Viernes 23 Dic 2016 | 10:33 am
Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): Con motivo de la Navidad, monseñor Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús envió un mensaje a la comunidad, recordando que en una sociedad “aturdida, agobiada y atomizada por tantas distracciones superficiales e inútiles”, donde parece que “no hay lugar para Él”, Jesús “nos trae su ternura, su bondad, su luz, su amor”.

 Monseñor Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús, envió un saludo de Navidad a los fieles de la diócesis. “Celebramos el acontecimiento más extraordinario y original de toda la historia humana”, destacó, y recordó que “el Verbo se hace carne en el seno virginal de María, para que ella nos dé al verdadero Dios y verdadero hombre”.
 El obispo reflexionó sobre la llegada de Jesús, misterio revelado y hecho presente, que “nos pide ser recibido, admirado, contemplado y adorado”, y sin embargo “no encuentran lugar y Él nace en un establo”. Del mismo modo, nuestra sociedad “aturdida, agobiada y atomizada por tantas distracciones superficiales e inútiles, lo atropella, lo sofoca y le indican que ‘no hay lugar para Él’”, comparó.
 “Él nos trae su ternura, su bondad, su luz, su amor”, continuó el prelado, advirtiendo que el corazón del hombre “duro y encallecido por el pecado, la derrota, la indiferencia, el individualismo, el fracaso, la oscuridad, no le permiten vivir lo hermoso y nuevo de su lenguaje”.
 “Su llegada nos debe hacer entender que Él es necesario para el mundo y es decisivo para la libertad de todo hombre”, agregó, asegurando que “aquello que era imposible, hoy se hace posible con su presencia amorosa y luminosa”.
 “Este Niño es Dios y viene enviado por el Padre, en el Espíritu Él está presente y si somos atentos lo podemos encontrar”, animó monseñor Frassia, recordando que “Jesús ha venido para salvarnos y mostrarnos la vida buena del Evangelio”.
 La encarnación de Dios, afirmó el obispo “nos toca, nos involucra y nos lleva a un verdadero encuentro con Cristo llevándonos a una verdadera orientación de la vida, para hacer entender a todos de su necesidad”, y llamó a ser humildes, “dar espacio a la alegría, ser simples y no tener miedo”.
 “Cristo niño nos trae hoy la salvación. La alegría, la ternura y la esperanza de su amor. Para cada uno de nosotros, para nuestras familias, para la sociedad, que sigue necesitando de una verdadera conversión personal, institucional, política y eclesial para edificar la comunidad humana en la verdad, la justicia y el amor”, finalizó el prelado, con un llamado a ser una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común. “Que podamos celebrar con espíritu de fe y con sereno gozo el nacimiento de Jesús. Que sepamos recuperar el sentido de aquello que hoy celebramos”, deseó, dejando su bendición.

Comentarios

Seguidores