La atención materno infantil de la provincia de Buenos Aires vive la peor crisis de la historia de la salud pública.
La falta de neonatólogos, las guardias pediátricas sin médicos, el cierre de servicios y la falta de equipamiento son la moneda corriente en toda la provincia. Pésimos salarios, precarización laboral, déficit de insumos, no pago de los reemplazos de guardia en tiempo y forma, malas condiciones de trabajo, violencia. Se trata de una política deliberada.
El desmantelamiento de servicios se ha multiplicado en toda la región, con cierre de éstos, creación de corredores sanitarios o intentos de "regionalización" de la atención.
En forma oportuna, desde agrupaciones y trabajadores de la salud, hemos advertido que la regionalización en Avellaneda, que consistía en centralizar la atención en el Hospital Ana Goitia, vaciando de complejidad y recursos humanos a los hospitales Perón y Fiorito, tenían como objetivo, no mejorar la atención de las madres y sus bebés, sino la constricción de servicios y el desmantelamiento y eventual cierre de éstos.
En estos días, se termina por consumar en la práctica el cierre de la neonatología del Fiorito, contra la resistencia de sus trabajadores.
Es decir que los mismos responsables políticos que generaron esta crisis, son los que traen como solución el cierre de los servicios.
Con hospitales rodeados de sectores populares con vastas necesidades, esta política es sencillamente criminal, ya que los pacientes van al hospital al que pueden, y llegando en las peores condiciones.
Todo niño tiene derecho a nacer y a ser atendido en las mejores condiciones. Cada hospital preparado en las mejores condiciones materiales y humanas para dar solución a las demandas de madres y recién nacidos.
Estas maniobras pretenden simular una respuesta a la dura realidad del sector, expresada por el aumento de la mortalidad materna y neonatal, en el marco de un presupuesto de ajuste votado por todos los bloques legislativos, a excepción del Frente de Izquierda.
En tiempos donde el vaciamiento y la destrucción del hospital público parece ser una política consciente, es nuestro deber como sociedad oponernos firmemente al cierre y al desmantelamiento de servicios y lugares de atención.
Es decir, levantar las banderas de la defensa de la salud pública gratuita, universal y de calidad.
Partido Obrero Avellaneda
Para comunicarse:
Gastón Quiroga: 15 33 92 44 04 Tribuna Salud Avellaneda
Norma Gimenez: 11 60 33 54 32 1er candidata a Concejal por el Frente de Izquierda en Avellaneda
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