Mons. Frassia: “El que ama es capaz de dar más”

Mons. Frassia: “El que ama es capaz de dar más” 
 Miercoles 14 Oct 2015 | 08:56 am

 Mons. Rubén Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús.

Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Frassia, comentó el evangelio del domingo, en el que se leyó el pasaje del joven rico. El prelado propuso pensar sobre cómo llegar a la vida eterna y observó que el cristianismo “no es un catálogo de mandamientos ni de códigos”, sino el amor de Dios al hombre. Por eso, afirmó que “el que ama y se siente amado es capaz de dar más”. 
El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Frassia, comentó el evangelio del domingo, en el que se leyó el pasaje del joven rico. El prelado propuso pensar sobre cómo llegar a la vida eterna y observó que la vida cristiana “no es un catálogo de mandamientos ni de códigos que exigen prescripciones y comportamientos”, sino que “es mucho más”.
 “Por supuesto que no se puede matar, ni cometer adulterio, ni robar, ni mentir, ni perjudicar a nadie; hay que honrar al papá, a la mamá, cuidar a los hermanos; claro que sí, todo esto es verdad; pero Dios pide algo más”, comentó el obispo.
 Para monseñor Frassia, en el camino hacia la vida eterna, muchos hombres pueden sentirse tentados y conformarse con superficialidades que llenan el corazón. Particularmente, se refirió a los bienes materiales o a experiencias, como el poder, el sexo, la fama o el éxito.
 “El que ama y se siente amado es capaz de dar más; pero el que no ama ni se siente amado, no sabe dar más. Pregunten por el amor de una mamá cuando sus hijos están enfermos: ella pude estar muy cansada, ¡pero sigue cuidando a su hijo porque ama!”, ejemplificó.
 “El que ama da más”, repitió el obispo. “A Dios –agregó- hay que darle todo, no darle lo que sobra, no darle simplemente las ganas. A Dios hay que darle todo. ¿Por qué razón? Porque todo lo hemos recibido de Él y seguirlo, en las vocaciones diferentes que cada uno tiene, pero seguirlo”.
 Monseñor Frassia pidió a los fieles que Dios “no sea un comodín que uno saca o pone según cuantas veces quiera utilizarlo”. En cambio, invitó a que Dios “sea una permanente presencia para vivir ese presente en la presencia de Dios”.
 “El que ama y se siente amado, ese puede dar más. Amando al pobre, al marginado, al que tiene al lado, amando a aquel que lo ofende, a aquel que es adversario, incluso amando a aquel que es enemigo”, concluyó el obispo.+

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