Jueves 22 Oct 2015 | 09:05 am
Mons. Rubén Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús.
Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Frassia, comentó el evangelio dominical en el que Jesús advierte a los apóstoles que deben volverse servidores de todos para entrar en la gloria del Reino de los Cielos. El prelado invitó a seguir a Jesús e imitarlo en su obediencia al Padre.
El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Frassia, comentó el evangelio dominical en el que Jesús advierte a los apóstoles que deben volverse servidores de todos para entrar en la gloria del Reino de los Cielos. El prelado invitó a seguir a Jesús e imitarlo en su obediencia al Padre.
“Cristo viene para hacer la voluntad del Padre, viene para obedecer. La palabra «obedecer» casi no tiene cabida, no tiene lugar; ¡nadie quiere obedecer a nadie!”, observó el prelado.
Para el obispo, mucha gente cree que es “por generación espontánea” y no respeta ni vínculos, ni procedencias ni a sus padres; tampoco a la autoridad, sea ésta ejercida por maestros, médicos, empleadores, instituciones, cargos públicos o sociales.
Monseñor Frassia consideró importante descubrir que el cristiano está llamado a imitar a Jesucristo: “Como Él obedeció al Padre, también nosotros tenemos que obedecer a Cristo. ¿Qué significa esto? Primero, el que ama sirve, es más solidario, más paciente, tolera las ofensas y siempre da lugar al otro”.
“Pensemos esto y recordemos que tenemos una vocación que hemos recibido desde nuestra existencia, desde el inicio de nuestra vida en el seno materno, hasta estos días, hasta este presente; pero también tenemos una misión que cumplir: sigamos a Cristo y el que anda en Él transita en la verdad, ya que Él es el camino, la verdad y la vida. Quien lo sigue no quedará confundido. Tomemos todo de Cristo para ser más libre, para amar más y para servir mejor”, propuso el obispo.+
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