Mons. Frassia anima a volver en Cuaresma hacia Dios

Mons. Frassia anima a volver en Cuaresma hacia Dios 
Miercoles 19 Mar 2014 | 09:29 am 
 Monseñor Rubén Oscar Frassia. 

Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, compartió una reflexión para el tiempo de Cuaresma con el objetivo de que sirvan para el camino personal y comunitario de conversión. También explicó que el concepto “pobre” usado por el Papa remite a aquel que depende de Dios, y en este sentido, invitó a confiar, creer, aceptar, obedecer y amar. 

 El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, compartió una reflexión para el tiempo de Cuaresma con el objetivo de que sirvan para el camino personal y comunitario de conversión. El prelado reflexionó en torno al mensaje del Santo Padre, en el que invita a mirar a Cristo, “que siendo rico, se hizo pobre por nosotros, para enriquecernos con su pobreza”.
 El obispo invitó a prepararse convenientemente para vivir el espíritu de la Pascua, de la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte, y animó a no ceder frente a las tentaciones. También explicó que el concepto “pobre” tiene diversas acepciones y observó que el Papa se refiere al pobre como aquel que depende de Dios: “Es quien confía, cree, acepta, obedece y ama. Cristo pudo haber obrado de otras maneras, pero se sometió y se hizo igual a nosotros en todo, menos en el pecado”.
 “El depender es confiar, y es pedir que se haga su voluntad siempre. Pues Él es Padre y el Padre ama a sus hijos. No los abandona, no nos abandona jamás. Nos da la gracia para que obremos como hijos. Los hijos debemos saber que hay que buscar su voluntad”, expresó.
 “¡Cuántas veces hemos forzado la verdad torciéndola según nuestro provecho! –advirtió- ¡Cuántas veces hemos mirado y juzgado la realidad con intenciones mezquinas y egoístas! ¡Cuantas veces hemos justificado nuestras conductas sin hacer caso a la verdad objetiva de los acontecimientos! ¡Cuántas veces no hemos respetado el ritmo de la naturaleza y tantas otras cosas en los vínculos humanos! Ser pobres significa depender de Dios en todo, pero haciendo todo lo que está a nuestro alcance y bajo nuestra responsabilidad”.
 El obispo recordó que la Cuaresma es un tiempo especial de gracia, que sirve para vivir la conversión personal, pero a la vez, que incide en lo comunitario.
 “La Iglesia necesita nuestra conversión –aseguró-. El mundo político, social, educativo, profesional, familiar y personal también lo necesita. ¿O queremos permanecer en la ignorancia negando las realidades, sus incidencias y consecuencias? Si permanecemos en esta voluntad negadora vamos a ir cada vez peor. La Cuaresma no la podemos reducir a ciertas acciones. No es una fachada ni una postura externa, debe ser una verdadera transformación que tiene en cuenta sobre todo a Dios, a los demás y a uno mismo”.
 “Les deseo de corazón una Santa Cuaresma para que, en este itinerario penitencial, todos podamos alcanzar la madurez y la plenitud”, concluyó.+

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