Entrevista a Lisandro Martínez sobre un Gobierno con un severo rechazo a su modelo‏

Entrevista de Yanina P. y Ayelen G. (estudiantes Ciencias de la Comunicación) 
 Lisandro Martínez, en sus dos últimos artículos que nos llegaron por la red, analiza y saca conclusiones sobre las PASO del 11/8/2013. En primer lugar con datos oficiales destaca la disgregación general de votos a las listas del FPV y de los Renovadores de Sergio Massa y en general de los candidatos de la Provincia de Buenos Aires, mientras por el contrario el Frente de Izquierda en relación al 2011 creció hasta casi el millón de votos. Mas adelante anticipa que los triunfadores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: UNEN y los massistas en la Provincia de Buenos Aires trabajan febrilmente para achicar los efectos de la derrota del Gobierno Nacional y de Macri para que no se potencie la crisis. 

 ¿Puede ampliar estos conceptos y dar mas detalles? 
 -Parto de la idea de que los resultados de las PASO implican un mandato popular que los integrantes del régimen político hoy no sólo pretenden desconocer sino adulterar. Un dato anterior que subraya la voluntad de la “oposición” para no hacer ola fue que Massa no quiso intervenir con su lista dentro de la interna del FPV porque el resultado adverso para la Presidenta significaba una enorme crisis que por lo menos se llevaba puesto a la mitad del gabinete. Pero quiero llamar aún más la atención porque “la voz de las urnas” exteriorizó un profundo rechazo al gobierno y no un tironcito de orejas para que recapacite y cambie su política. El 70% del electorado es decir la casi totalidad de las clases sociales sacó la conclusión de: “Hasta aquí llegamos” luego del notorio fracaso de 10 años de nacionalismo burgués. El gobierno no ha satisfecho los reclamos populares más perentorios: 82% para los jubilados, incrementar el salario mínimo al costo de la canasta familiar y abolir el impuesto al salario. Si este resultado se confirma en Octubre como afirman las encuestas estaremos en un juego de pinzas desarrollado entre el oficialismo y la oposición contra el pueblo.

 ¿Pero entonces como debería seguir gobernando la presidenta sin el respaldo popular durante los dos años que faltan para que finalice su mandato? 
 - Siempre hemos considerado que el mecanismo de elección de los funcionarios debe contemplar la revocabilidad de sus mandatos. En los regímenes capitalistas centrales cuando el gobierno pierde el apoyo popular en principio tira lastre, es decir sanciona medidas populares que antes ignoraba olímpicamente, si no dan resultado caen ministros y finalmente si no rearma su relación con los reclamos del electorado cae el mismo gobierno y se convocan a elecciones anticipadas.
 Aquí lo que se pretende contrabandear es lo contrario y es la oposición que no quiere que el gobierno se retire sin haber hecho el trabajo sucio de que la crisis la paguen –una vez más- los que trabajan. La oposición y las grandes patronales le imponen a un gobierno cubierto de desprestigio, que ha entregado la soberanía energética (Chevron) y ha honrado durante 10 años una impresentable deuda con los usureros internacionales, que vaya a fondo con las medidas más antipopulares, es una situación muy similar a la que vivió el gobierno de Isabel Martínez cuando para no caer en 1975 firmo el decreto de la aniquilación física de los opositores políticos y luego cayó. Es un juego perverso donde quieren utilizar a un gobierno en caída libre como vehículo de las peores trastadas contra el pueblo trabajador.
 La oposición necesita esa acción gubernamental para luego quejarse de la herencia recibida, mientras hace pactos de no agresión: UNEN con Macri (que perdió 250.000 votos) y Massa/Binner con CFK (4 millones votos menos).
 Entramos de lleno en una crisis política que va dar mucho que hablar porque gobierno y oposición son prisioneros de una única salida estratégica de la gran patronal que precisa de la devaluación de los salarios y la moneda para equipararse con Brasil que esta devaluando el Real y con ello abaratando la mano de obra para que los monopolios internacionales hagan su agosto.

 ¿Pero y entonces que salida? 
 -Nada de devaluación que la crisis la paguen las grandes empresas cerealeras y los popes de la industria que como dijo la presidenta “durante 10 años se la llevaron en pala”.
 Es más que importante desenvolver una corriente de voluntades para que ingrese la izquierda a los Concejos y a los Parlamentos para organizar al pueblo a favor de sus reivindicaciones históricas que es la única salida humana a la crisis capitalista.

 Entrevista de Yanina y Ayelen 27/8/2013

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