LIBERTADORES / BOCA 2 - U DE CHILE 0
Universidad de Boca
Por Yanina Pariani
El que sabe, sabe. Boca le tiró a la U de Chile toda su chapa copera, fue mucho más todo el partido y le ganó muy bien por 2-0, con goles de Silva y Sánchez Miño. Sin goles en contra, dio un gran paso hacia la final de la Libertadores.
Y tenía razón Riquelme, nomás. Si Boca juega bien, le gana a la U. Y no defraudó en esta semifinal de ida de Libertadores. De punta a punta fue más que un rival a priori bravo, que atacó menos de lo que se esperaba, que fue dominado en la mayor parte del partido y sufrió a este equipo que pisó firme en una Bombonera en ebullición.
Sólo en los primeros minutos la U se pudo plantar en campo rival, tal cual quería su DT Sampaoli. Después fue dominio y pelota para Boca, siempre de la mano de Riquelme. El 1-0 llegó con un zurdazo de Silva, ayudado por la ingenuidad del defensor chileno, que le dio todo el tiempo para darse vuelta y definir. El Pelado que llegó para la Copa sigue aportando su cuota goleadora en la Copa. Y el 2-0 fue en el mejor tiempo de Boca, en el segundo. Ya lo había merecido antes, con una jugada de Silva tapada por el arquero y un mano a mano perdido por Mouche: el segundo fue de Sánchez Miño, entrando como una tromba tras un rebote del 1. Recién iban nueve minutos y daba para más.
Con Riquelme como creador, con el orden de Somoza, con el esfuerzo de Mouche, la concentración de Silva y el empuje de Schiavi desde atrás, Boca siguió siendo bastante más que un rival apichonado, que nunca le encontró la mano al partido. Es más, daba la sensación de que se podía venir el 3-0, gran chance para definir la serie. Hubo ataques, pero faltó claridad y punch para estirar la diferencia.
En una noche de Bombonera con neblina y con muchos fuegos artificiales (el partido se interrumpió unos minutos por eso), Boca hizo su negocio en la ida. Le tiró al rival toda su chapa copera, fue mucho más en los 90 minutos y sólo aguantó en el descuento para mantener el cero en su arco. En Libertadores, se sabe, no se puede decir que está todo dicho ni que la serie ya se definió, pero sin dudas que el equipo de Falcioni dio un gran paso hacia la final (contra el ganador de Corinthians-Santos, 1-0 el Timao en la ida). Más que Universidad de Chile, fue Universidad de Boca, que otra vez mostró cómo se juega en la Copa.
Universidad de Boca
Por Yanina Pariani
El que sabe, sabe. Boca le tiró a la U de Chile toda su chapa copera, fue mucho más todo el partido y le ganó muy bien por 2-0, con goles de Silva y Sánchez Miño. Sin goles en contra, dio un gran paso hacia la final de la Libertadores.
Y tenía razón Riquelme, nomás. Si Boca juega bien, le gana a la U. Y no defraudó en esta semifinal de ida de Libertadores. De punta a punta fue más que un rival a priori bravo, que atacó menos de lo que se esperaba, que fue dominado en la mayor parte del partido y sufrió a este equipo que pisó firme en una Bombonera en ebullición.
Sólo en los primeros minutos la U se pudo plantar en campo rival, tal cual quería su DT Sampaoli. Después fue dominio y pelota para Boca, siempre de la mano de Riquelme. El 1-0 llegó con un zurdazo de Silva, ayudado por la ingenuidad del defensor chileno, que le dio todo el tiempo para darse vuelta y definir. El Pelado que llegó para la Copa sigue aportando su cuota goleadora en la Copa. Y el 2-0 fue en el mejor tiempo de Boca, en el segundo. Ya lo había merecido antes, con una jugada de Silva tapada por el arquero y un mano a mano perdido por Mouche: el segundo fue de Sánchez Miño, entrando como una tromba tras un rebote del 1. Recién iban nueve minutos y daba para más.
Con Riquelme como creador, con el orden de Somoza, con el esfuerzo de Mouche, la concentración de Silva y el empuje de Schiavi desde atrás, Boca siguió siendo bastante más que un rival apichonado, que nunca le encontró la mano al partido. Es más, daba la sensación de que se podía venir el 3-0, gran chance para definir la serie. Hubo ataques, pero faltó claridad y punch para estirar la diferencia.
En una noche de Bombonera con neblina y con muchos fuegos artificiales (el partido se interrumpió unos minutos por eso), Boca hizo su negocio en la ida. Le tiró al rival toda su chapa copera, fue mucho más en los 90 minutos y sólo aguantó en el descuento para mantener el cero en su arco. En Libertadores, se sabe, no se puede decir que está todo dicho ni que la serie ya se definió, pero sin dudas que el equipo de Falcioni dio un gran paso hacia la final (contra el ganador de Corinthians-Santos, 1-0 el Timao en la ida). Más que Universidad de Chile, fue Universidad de Boca, que otra vez mostró cómo se juega en la Copa.
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