Lanús (Buenos Aires), 29 Jun. 11 (AICA)
Procesión del Corpus Christi por las calles de Lanús
El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, presidió la misa en la solemnidad del Corpus Christi, donde aseguró que “el sacrificio de Cristo, la Eucaristía, nos une en la redención de la humanidad, la salvación de las personas, la restitución de aquello que había sido deteriorado, destruido, arruinado y corrompido”.
“Quien recurre a la Eucaristía -destacó el prelado-, es capaz de renacer espiritualmente. Quien se alimenta de la Eucaristía, es capaz de vencer el egoísmo, el individualismo, el pecado, la no solidaridad, los celos, las envidias, las malas competencias. Quien recibe a Cristo entra en la luz y se va alejando de la oscuridad”.
“Recibiendo su Cuerpo y su Sangre, Él entra en nosotros y es Él quien nos asimila. Nosotros asimilamos la comida y la convertimos en nosotros mismos; cuando recibimos el Cuerpo Sagrado, a Cristo, somos asimilados a Él”, dijo monseñor Frassia.
“El espíritu apostólico, el entusiasmo perdido, las tristezas y las depresiones que muchas veces nos da la vida, el Señor es capaz de entrar y sacar todo vestigio de muerte” afirmó el obispo y agregó: “Acerquémonos a la Eucaristía y el Señor nos dará la fuerza”.
Monseñor Frassia se refirió a los jóvenes y los instó a escuchar “con los ojos y oídos de la fe, el llamado que el Señor les puede hacer y recuerden que, recibir a Cristo, es la salvación para todos los hombres, para toda la humanidad”.
“Quien recibe a Cristo, Cristo mora y vive en él; y si nosotros no somos transformados, no es porque Cristo no tenga fuerzas, es que no lo dejamos por nuestra falta de fe, por nuestra falta de amor, por nuestra falta de humildad en dejar obrar al Señor en nosotros. Si Él nos toca, no quedamos igual”, concluyó el pastor diocesano.+
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