EJEMPLO DE LA ALTERACION DEL LENGUAJE

Ejemplo de la alteración del lenguaje (Javier Martiniano rompiendo el verglás)
Desde esta tribuna hemos venido hace tiempo delineando un posicionamiento frente la cuestión del lenguaje y su relación con el acontecer de nuestra realidad cotidiana. Abrimos el grifo para dejar pasar la lista de preguntas que este asunto nos motiva. Las pensamos. Las contestamos -o no. Las volvemos a repreguntar. El proceso es contínuo y de variado resultado. Inesperado. Pero posiblemente previsto si es que logramos percibir las leyes que atesoran las relaciones determinantes entre el sujeto-lenguaje-realidad.

Está claro que el lenguaje se mueve a partir de los conceptos, juicios y las palabras que anuncian estos juicios en la intersubjetividad, más allá de los medios por los cuales estas se puedan hacer conocer (voz, cuerpo, escritura, etc.). El concepto o juicio se conforma desde la atención del sujeto para con el acto gnoseológico y descriptivo sobre un objeto. Por lo tanto, la noción originada portará, en la palabra (instancia de intersubjetividad), la carga científica del sujeto (intersubjetividad mediante) que caracterizó aquel objeto mencionado; aquella porción de realidad conocida.
Teniendo en cuenta esto podemos detectar frente a un relato, el cual inscribe una palabra desenvolviendo-se, la intencionalidad subjetiva que suda su significado objetivo. Nada mejor que un claro ejemplo para ir ingresando en la presentación que hoy se quiere enseñar. El mismo José Pablo Feinmann entabla un relato singular cuando pormenoriza, al referirse al peronismo, sobre una "obstinación" de la subjetividad política argentina y de una "persistencia" de los hechos argentinos. Un ojo más audaz, criticamente hablando, describiría una realidad mucho más compleja -o más simple, si viene al caso. Diría que la "obstinación" y la "persistencia" no es de la subjetividad (sujetos) y de la objetividad (hechos) argentinos/as, sino del propio capitalismo para mantener vigente su reproducción en esta sociedad, la argentina. Con esto se advertiría, dejando los mismos términos referenciados, que el carácter principio-genético, vinculante intrínseco de la historia argentina, que se le quería propiciar al concepto peronismo es visto, desde esta otra concepción, como un verbo propio de manipulación y dominación con el que se sirve el capital para alimentarse. Dos relatos distintos que maniobran las mismas palabras las cuales refieren a lógicas conceptuales distintas. La diferencia estriba en el carácter científico que uno quiera presentar. Algunos analizan hasta llegar donde sus limitaciones metódicas agotan toda posibilidad de claridad de discernimiento. Otros anteponen el interés a la razón para sacrificar la superación del conocimiento humano.
Como bien decíamos al comienzo de este esbozo, con intención comprometida en la descripción de la realidad mutante, en esta columna se ha tenido una cierta consideración sobre el tipo de lenguaje que hoy podíamos vivenciar en cotidianidad política. LLegamos a introducir, desde hace tiempo, el concepto de Inmanencia de la subjetividad antipopular (ver "En la inmanencia de la subjetividad antipopular", Lanús Noticias 14/1) para detallar el mismo relato en el cual estaban inmersos todos los diferentes discursos de las distintas fuerzas políticas gobernantes. Esta misma calificación sobre el lenguaje implantado en la arena política, transposicionada en el relato sindical, permitió ver confirmada, a partir de los sucesos posteriores, nuestra reflexión sobre el discurso sindical de Pedhelez cuando afirmaba que a principios de agosto llamaría a reabrir las paritarias, mientras nuestra advertencia nos recomendaba vaticinar sobre esta incongruencia, afirmando que, si este individuo era el que deseaba llamarlas, seguramente las mismas paritarias se estirarían hasta más no poder traspasando el mismo mes de septiembre (ver "El pasado intenta vestirse de futuro (viriasis crónica)", Lanús Noticias, 4/7). Hasta el momento estamos en lo cierto. Nuestro lenguaje se adecua mejor que el de los demás.
Asimismo, en cierto momento percibimos la búrbuja en la cual la subjetividad política quería inducirnos a ingresar e invitarnos a manifestarnos dentro de ella. A ese límite que nos querían imponer lo denominamos verglás. Este no simboliza más que, en forma de apócope, la desmantelación de las posibilidades de expresión de denuncia de los explotados de la sociedad. "El verglás es la capa de hielo muy fina y transparente que cubre el suelo o la superficie de los cuerpos sólidos. Estos movimientos de las fuerzas políticas patronales son la solidificación del verglás que recubre la posible salida que tiene la sociedad para con la crisis capitalista" ( ver "Disgregados por aquí, desmembrados por allá... todos descompuestos", Lanús Noticias, 26/5). El llamado era a poner en duda ese manto y a "martillar" su absolutismo avasallador. Una capa que no puede ser más que unigénita de la superestructura capitalista.
Ante esta acometida, los casos de resistencia comienzan a surgir. El suceso proporcionado por el cantautor lanusense Javier Martiniano es uno de ellos.
Testigo ocular de aquella velada, en la cual Javier Martiniano (participante en la última edición del FELCO) se presentaba en la inauguración del centro teatral MonoCiclo el sábado 11/9, pude ensayar un sentimiento de distorsión que nutría la capacidad de elaborar infinitas nociones asociadas a otro sentir-humano. La presencia del sonido artesanal, como a él le gusta definirla, en la gravitación que su música provocaba dentro de la sala acudía al llamado explícito de re-pensar el lenguaje socialmente vigente. Su manifestación artística nos invitaba a descubrir otro lenguaje en la universalidad encontrada en lo simple. La resonancia bebida en aquél espacio, confluencia armónica entre la sonoridad instrumental y vocal, nos presentaba un grito desgarrador sobre la injusticia social y la recomendación de montarnos en vías que nos conduzcan a relaciones extremadamente más humanas.
La punta de lanza, y la evidencia de la posicionalidad de vencer al relato tradicionalista explotador, fue cuando haciendo expresión de su condición de docente comprometido socialmente, demostrando la agudeza de su consciencia, en mención a la fecha en la cual se conmemora el Día del Maestro, propugnó cambiar dicha fecha, la cual refiere al día del fallecimiento de un "genocida", por la del 5 de abril, en memoría del asesinato de Carlos Fuentealba. Al instante la sala emitió un breve silencio, asumiendo la incomprensión de lo nuevo que la sorprendía y que no esperaba. Así quedan plasmadas las masas ante el pensamiento revolucionario de aquellos valientes que interceden en el proceso dialéctico de la historia buscando su cambio y que ofrecen constantemente la palabra denunciante de los oprimidos en la conscientización colectiva para lograr la superación de la condición humana dentro de este régimen destructor de toda vida. No pasaron 5 segundos para que los aplausos llenaran el auditorio. He aquí señoras y señoras la lucha de un lenguaje que combate al lenguaje permisivo de la miseria. Manifestación ilustrativa del martillazo contra el verglás asfixiante.
Cuando se intenta introducir una modificación lingüistica de este tipo, como la de Martiniano, se entabla una lucha emancipatoria que hace temblar el mismo proceso de la dinámica material. Todo cambio incluye una aglutinación subjetiva-objetiva. Cuando se invoca a Fuentealba para conmemorar al Maestro, se está invocando a lo que este sujeto exteriorizó en su práxis. Fuentealba refleja: organización politica (fue militante del MAS); docente comprometido con los más pobres (comenzó dictando clases en uno de los barrios más pobres de Neuquén); organización sindical (fue elegido delegado sindical); espíritu de lucha (su asesinato fue accionado a partir de un corte de ruta por parte del sindicato docente al que pertenecía como medida de lucha de una huelga); el carácter policial como aparato represivo del Estado capitalista burgués para contrarrestar cualquier reinvindicación popular (asesinado por la policia la cual reprimió la protesta por orden del gobernador). Todas estas significaciones ofrecen una materialidad de lucha y una finalidad que conduzca a nuevas organizaciones sociales que establezcan nuevas relaciones humanas.
Esta intencionalidad de alegar al nombre de Fuentealba, y a lo que ello refiere, dista mucho de lo que reflectan los artistas que sostienen a un secretario general, el de la CTA, Hugo Yasky, el cual firma aumentos de salarios miserables a la baja para los docentes. Minutos antes de que Yasky comienze su acto de cierre de campaña, muchos artistas mostraban su diferencia para con la tendencia de Martiniano. "El cantautor Ignacio Copani explicó que su adhesión a la candidatura del docente se centraba en que “es un tipo coherente, que sigue apoyando las propuestas que impulsa desde hace veinte años, el mismo tiempo en que nos fuimos conociendo compartiendo actos del campo popular”. También se encontraban entre los asistentes las actrices Anabel Cherubito y Esther Goris, los actores Raúl Rizzo y Juan Palomino, los cineastas Blaustein, Nemesio Juárez y Emilio Cartoy Díaz, el músico Lito Vitale, los periodistas Horacio Verbitsky y Alfredo Zaiat y el integrante de Carta Abierta y ex vicerrector de la UBA Jaime Sorín, entre otros. Además se leyeron las adhesiones del historiador Norberto Galasso, cantantes y músicos como Susana Rinaldi, Víctor Heredia y Jaime Torres, el actor Federico Luppi, y el conductor Mex Urtizberea" (Pagina 12 14/9). Queda claro que la sustancia de lo que significa Yasky es propiamente anti-Fuentealba. Dos lenguajes que aquí se confrontan. Dos lenguajes que remiten a realidades y deseos totalmente distintos.
Frente al acosmismo reinante que niega el constante devenir dialéctico del mundo e intenta imponer una Realidad cuasi-divina, ultrajando el carácter holista de la observación científica, nosotros le ofrecemos este apotegma: hay cierto underground que deja de esconder su apetencia transformadora para dedicarse a instalar un neo-logismo que confronte a la opresora uliginosa alocución emperatriz, iniciando su lucha conscientizadora por una nueva sociedad.

Silvano

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