RESUMEN DE LA AGENCIA INFORMATIVA PELOTA DE TRAPO



La indiscreta obscenidad de la burguesía 31/12/09
Alfredo Grande
“al que madruga dios lo ayuda, pero tiene que ser de clase media alta” (aforismo implicado)
“Cristina, súper optimista con la economía. Lo peor de la crisis pasó y lo mejor está por venir”. En el día en que el INDEC reconoció la recesión económica, la presidenta, Cristina Fernández, aseguró que la Argentina “pasó airosamente” la crisis internacional. Y agregó que eso “no fue producto de la casualidad, sino de mucha gestión y mucha administración”.

En un acto en el microcine del Ministerio de Economía, la mandataria aseveró que “lo peor de la crisis ya pasó”. La Presidenta recordó los planes oficiales de incentivo al consumo lanzados a principio de año y dijo que “había convertido a la residencia de Olivos en un compre ya, porque vendía autos, bicicletas y lavarropas”. Además agregó que “mucha gente se reía, pero no se daban cuenta de que de un día para otro se había caído brutalmente el consumo y había que generar actitudes” para reactivarlo.
“Como dicen los que saben, lo peor de la crisis ya pasó y lo mejor está por venir”, dijo esperanzada la Presidenta. Agregó que 2010 será un buen año.
(Diario Crítica de la Argentina 19-12-09)
Pobreza. Creció 55% la cantidad de casas en las villas inestablesEn los 80 había 35 mil personas viviendo en villas y en 2007 sumaban 55 mil, indica un estudio de la UNCuyo. Y en los dos últimos años continúa incrementándose.
Gastón Bustelo Entre 1984 y 2007 la cantidad de hogares en asentamientos inestables y villas aumentó 55%, según indica la investigación realizada por miembros del Centro de Estudios de Asentamientos Humanos (CEAH) de la Universidad Nacional de Cuyo. De las 35 mil personas que se registraban a mediados de los 80 habitando en esas condiciones, se pasó a unos 55 mil individuos en el 2007. (Diario Los Andes, Mendoza 21-12-09)
(APe).- Fin de año complejo. Incluso complicado. Los que en la segunda década infame luchamos por el pensamiento crítico frente a su majestad el pensamiento único, nos encontramos custodiados por expertos que marcan los límites, en realidad las limitaciones, de ideas, propuestas, andamiajes por fuera, por arriba, por debajo, incluso por los costados de la Razón K. Por que si bien es cierto que el fascismo de cierta oposición, que mas que opositores son demócratas contrariados, nos empuja a abrazar a pinguinas y pingüinos, no es menos cierto que la gobernabilidad conseguida a costa de hambre, enriquecimientos no investigados que por lo tanto ni siquiera se puede establecer cuan lícitos o ilícitos son, encubrimiento de masacres como la de Cromagnon, insoportables políticas de represión de la protesta social y de la niñez abandonada, predisponen a enfrentamientos entre aquellos que quizá podrían compartir la misma arca de noé cuando la democracia naufrague. Si hay una especie que nunca se suicidará es la burguesía. O sea: la clase que detenta la propiedad privada de los medios de producción de pensamiento. Algunos de ellos son gerenciados por monopolios informáticos, otros por usinas de producción del verdadero saber y poder popular. Y uno de los bastiones del pensamiento burgués es el consumo. Como ya dijimos: el consumismo, que es el consumo de lo inútil, lo perjudicial, lo superfluo, lo innecesario. Y en su nivel mas alto de abstracción y sofisticación, consumir consumo. Y que ese consumismo se sostenga en la perla de la corona del capital financiero: el endeudamiento. No solo del estado, más allá de blindajes, linajes y hospedajes. Seguimos honrando a la deuda externa, consolidando la oligarquía de los acreedores externos. Pero esa deuda externa, se amplifica en cada sujeto endeudado, que mira estupefacto a una gran cantante en un triste papel: “me das cada día mas”, pero no de amor, sino de límite de compra. No hay scoring para descontar puntos a la banca financiera, ni para las prepagas, ni para las tarjetas de crédito, ni a los alquileres confiscatorios, ni al precio de la canasta familiar, ni a la rapiña de los intermediarios de la alimentación. La macro economía con divorcio contradictorio de la micro economía, asiste a un revival del “estamos mal pero vamos bien”. El Amado Vudú manotea reservas del banco central, que no van a ir a la eliminación del hambre y a la multiplicación de panes y peces, sino a saciar los espúreos apetitos de los hombres de la bolsa. Haber convertido a la residencia de Olivos en un “compre ya”, es la afirmación de contenido más brutalmente destituyente que escuché. Y eso que escuché varias. Suponer que hacemos Patria cuando cambiamos la heladera (lo que supone que tenemos heladera) o el televisor (lo que supone que tenemos televisor) o lavarropas (lo que supone que tenemos lavarropas) o el auto (lo que supone que ya tenemos auto) es volver no ya a los fecales noventa, sino mas atrás aún. A las épocas del déme dos, cuando el hiperconsumo de las clases acomodadas tapaba con carritos repletos los aullidos de los perdedores del modelo, que aprendieron años después que ramal que paraba, ramal que cerraba. No importa si el hiper consumo se consuma en el exterior o en el interior. Globalización mediante, las góndolas son una gigantesca cinta de moebius que espera a los devotos del patrón oro, euro o dólar, según cantidad de estrellas que se ostente. Suponer que el hiperconsumo suntuario, que publicidad mediante, transforma a un simple desodorante en una máquina de atrapar mujeres, es una salida de la crisis, ignora, o desmiente, o disocia, que en realidad es una entrada en la catástrofe. Y esta no es una profecía estilo “2012”, ni siquiera suponer la Apocalipsis del “2011”, sino constatar que cuando se quiere combatir a la derecha con sus mismas armas, aun ganando, uno ha sido derrotado. Hay diferentes maneras de tener victorias a lo Pirro, y muchas mas de tenerlas a lo Pillo. La democracia no es solamente el armónico encuentro entre oferta y demanda en la paz de los mercados. Democracia es la subjetividad rebelde del ciudadano que consume para vivir, no que vive para consumir. La revolución cultural que necesitamos no va a ser liderada por Frávega, Garbarino, Falabella o Scioli. (pregunta del autor: la cadena de electrodoméstico Scioli ¿cerró?) Esa es el combate con la derecha: ganarle el derecho a decidir como es una vida que merezca ser vivida. Desde antes del nacimiento, y hasta después de la muerte. Esa dignidad que nos enseñó, entre tantos otros, Jorge Di Pasquale. El poeta Vicente Zito Lema le rindió homenaje con un poema entrañable: “Ya nadie te humilla”. Pero para muchos de nosotros, las humillaciones siguen. Porque la vida en situación de calle, o directamente, sin eufemismos, la vida en la calle, humilla incluso al que pretende ayudar. Porque uno entrega una ayuda que sabe que es totalmente insuficiente. Que es comida para hoy y muerte para mañana. Y eso también humilla. Y una democracia que humille, no es una buena democracia. Morir de hambre, de frío, de calor, de inundación, de sequía, de dengue, de chagas, de lieshmaniasis, de humo tóxico en discotecas no habilitadas, de tortura policial, por negarse a ser pibe chorro (como Luciano Arruga que no arrugó y lo desaparecieron, esa que alguno dijo era la mejor maldita policía) del horror por el futuro amputado, del horror del presente degradado, todas esas formas de morir son humillantes. La obscenidad de la burguesía que humilla al que no tiene, cuando el tener es la única dignidad que cotiza. Un periodista me preguntó: “¿que piensa del avance de la derecha?” Le contesté. “La derecha es el hambre. Y no es democrático que avance. Y tampoco es democrático que no retroceda”. El primer instituyente del 2010 es destituir la insoportable obscenidad humillante del hambre.

El puente bajo el agua y otras historias 29/12/09
Por Oscar Taffetani
(APe).- Dicen que fue Concolorcorvo (Calixto Bustamante Carlos, Inca), marchando a lomo de mula hacia el Perú, el primero que se preguntó por qué no construían un puente en Areco, para que los viajeros no tuvieran que correrse hasta el vado de las Tunas o hasta el vado del Virrey, muy lejos del camino real, y así poder cruzar el río. La mención está hecha en su libro El Lazarillo de Ciegos y Caminantes, publicado en 1773.
En 1856, cuando Areco adquirió status de municipio, sus vecinos (particularmente, la familia Martínez) decidieron construir el demorado puente, mediante una suscripción popular que sería luego amortizada con el cobro de derechos de pontazgo, tanto a los arreos de ganado como al transporte de pasajeros y mercaderías.
Ese puente sobre el río Areco, afluente del Paraná, fue inaugurado el 28 de diciembre de 1857, hace exactamente 152 años. Al constructor le hicieron firmar una garantía de que iba a durar “al menos cuarenta años”. Pero duró cuatro veces más. Ya nadie recuerda al constructor, pero el sereno y firme Puente Viejo -por lo menos, hasta la semana pasada- era una inevitable referencia turística y cultural de Areco. Los paseantes acariciaban con sus dedos los ladrillones de barro cocido, asentados sobre caliza, arcilla y clara de huevo. Y los recién casados se sacaban una foto, como augurio de una relación duradera. Los 25 de Mayo y los 9 de Julio, jinetes de agrupaciones tradicionalistas gustaban hacer repicar los cascos de sus caballos en las piedras y los ladrillos colorados del puente.
De pronto, en esta Navidad de 2009, tras una crecida y un desborde del río sin precedentes, el Puente Viejo quedó cubierto por las aguas. Y casi noventa manzanas del centro de la ciudad de San Antonio Areco se anegaron en una noche. Y miles de familias debieron autoevacuarse o bien esperar a que los socorristas las rescataran. Otras tantas, se quedaron encaramadas a los techos de sus casas, para que salteadores y ladrones, continuando la tarea del agua, no terminaran de despojarlos.
Funcionarios sorprendidos
Ya es casi un procedimiento de manual, por parte de los funcionarios argentinos, acusar a otros de lo imprevisto y malo que ocurre, reclamando en cambio su responsabilidad sobre cualquier cosa buena o estimulante que pase, no importa su origen: un día fresco en verano, un día cálido en invierno, la salida del sol, la luna llena, el hombre que devolvió una billetera, los grandes récords del Guinness, etcétera.
Esta vez, la responsabilidad por la inédita inundación del casco urbano de Areco recayó en un puñado de productores agropecuarios que, sin consultar al Departamento de Hidráulica del ministerio correspondiente, construyeron canales de irrigación y alivio que terminaron desplazando y escurriendo las aguas en dirección equivocada.
El Gobernador de la provincia, Daniel Scioli, encargó un relevamiento de los llamados “canales ilegales”, a efectos de que la administración bonaerense realice una presentación judicial. La Intendenta de Areco, Estela Lennon, apoyó la iniciativa. “Hicimos un sobrevuelo –declaró- y había arroyos naturales, además de canales artificiales. Ignoro si estaban declarados o no".Vivimos en los tiempos del Google Earth y el relevamiento satelital de campos y ciudades. Ningún ciudadano contribuyente, urbano o rural, podría decirse, escapa al ojo de halcón del fisco. Sin embargo, la intendenta Lennon viene a enterarse de que hay “arroyos naturales” y “canales artificiales” luego de sobrevolar las áreas inundadas. En tiempos normales, al parecer, la Intendenta no sobrevuela.
Ameghino revisitado
El paleontólogo y antropólogo Florentino Ameghino, a fuerza de recorrer a pie la cuenca de los ríos bonaerenses, en busca de fósiles, fue desarrollando su propio diagnóstico y remedio para esas “secas” e inundaciones que sustraen cada año cientos de miles de hectáreas a la agricultura y la ganadería de la provincia de Buenos Aires.
En una conferencia pronunciada en La Plata, el 18 de mayo de 1884, Ameghino dice, entre otras cosas: “Con los canales de desagüe es posible que no se eviten por completo las inundaciones, como parece creerse. Las aguas excedentes de las planicies elevadas y terrenos de poco declive corren a los ríos con lentitud, pero es permitido suponer que por medio de los canales de desagüe se precipitarían con mayor fuerza y prontitud a los cauces de los ríos o a los puntos bajos hacia donde se les diera dirección. Si así sucediera, o habría que dar a los canales de desagüe una capacidad extraordinaria que exigiría un costo enorme, o las crecientes y desbordes se producirían con mayor rapidez que ahora y ocasionarían estragos aún más considerables”. La población de San Antonio de Areco ha sufrido esta Navidad los estragos de una súbita inundación que había sido advertida por Ameghino hace 125 años.
“Para evitar estos desastrosos efectos que tantos millones de pérdidas ocasionan todos los años –exhorta Ameghino en el final de su disertación- es preciso tratar de impedir tanto cuanto sea posible el desagüe de los campos a los ríos y al océano, dando tan sólo desagüe inmediato a esos terrenos sumamente bajos que quedan completamente sumergidos en las épocas de grandes lluvias y que no sea posible preservarlos de las inundaciones de otro modo; es preciso buscar el medio de aprovechar las aguas que caen en esos aguaceros torrenciales, de modo que sean benéficas durante todo el año; es preciso evitar la evaporación rápida de esas mismas aguas y reducirlas de manera que ocupen la menor extensión posible; es necesario tratar de aumentar la permeabilidad del terreno para que se infiltren en él; y es, por último, necesario evitar que las aguas de los parajes altos se precipiten a los bajos inundándolos, buscando los medios de retener la mayor cantidad posible de ellas en los terrenos elevados, donde serán de mayor utilidad que en los puntos bajos”.
El Puente Viejo de Areco, que este lunes cumplió 152 años de existencia, está bajo el agua. No se sabe, cuando el río retorne a su cauice, si podrá seguir en pie o terminará por desmoronarse. La Teoría Vieja de Ameghino (llamémosla de algún modo), acerca de las secas e inundaciones bonaerenses, nunca fue integralmente abordada, ni refutada, ni actualizada, por los sucesivos gobiernos de la mayor provincia argentina. Estamos con un pie en el Bicentenario y este inminente 2010 nos sorprenderá a los bonaerenses protestando por la lluvia excesiva o por la seca arrasadora, o bien por la corrupción en la esfera oficial (“Piove, governo ladro”, dicen los italianos), o también escribiendo, los que somos periodistas, nuestra enésima nota sobre las inundaciones. Mientras tanto, las raíces y las fuentes genuinas de nuestra cultura y nuestra idiosincracia, permanecen inútiles bajo el agua, lo mismo que el Puente Viejo. Y aquella visión estratégica de Ameghino se ve cubierta por el presente absoluto, implacable, de la televisión y los medios de masas. Las bases, sin embargo, siguen allí, esperando la nueva conciencia que las rescate y las traiga a la luz.

Continuidades 17/12/09
Por Claudia Cesaroni
(APe).- A veces, parece que la realidad corriera por vías paralelas. Las paralelas no se tocan.
Entonces, por ejemplo, la misma gente que un día pide más policía contra la inseguridad, al siguiente se burla de esa misma policía, y la insulta porque no es capaz de encontrar una camioneta con cuatro personas muertas a quince metros de una ruta. Cuando esa gente pide que haya más policías... ¿Esperará que le pongan en la calle a los personajes de alguna serie norteamericana, duros pero efectivos, un poco asesinos pero solo lo necesario para descubrir y castigar a los malos, pacientes investigadores de pelos y señales en la búsqueda de la verdad?
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Felices Fiestas: Solo en la lucha se espera con ESPERANZA.
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