RESUMEN DE LA AGENCIA INFORMATIVA PELOTA DE TRAPO



Honrados, pero pobres 30/09/09
Por Alfredo Grande
“impunidad es que todos los funcionarios tienen cien años de perdón,porque siempre le roban a un estado-ladrón” (aforismo implicado)
Menos recursosEl presupuesto de 2010 para el Ministerio de Salud será de 5665 millones de pesos, cifra que representa una caída del 7,1 por ciento con relación al gasto aprobado para este año.Sindicalistas, contentos. Pese al recorte de fondos, el Ministerio de Salud deberá destinar más dinero para la Administración de Programas Especiales (APE), que otorga subsidios a las obras sociales. En 2010 se dará a los gremios 1056 millones de pesos, 93 millones de pesos más que este año.Más recortes. El área de investigación y compra de bienes del Ministerio de Salud recibirá el año próximo 123 millones de pesos, en lugar de los 249 millones de pesos asignados en 2009.Huelga. La Federación Sindical de Profesionales de la Salud realizará pasado mañana un paro para reclamar por la disminución del presupuesto.(Diario La Nación 21/09/09)“Si bien no podemos decir que estamos en Disney World, podemos afirmar que hemos sostenido un crecimiento, obviamente no el que veníamos teniendo de tasas chinas, superiores al 8% anual, pero vamos a finalizar el año 2009 creciendo en la Argentina.EL INDEC DE BOUDOU TAMBIÉN USA EL PINCEL¿Alguien vio un pobre?A pesar de la crisis y las promesas de transparencia, el organismo estadístico asegura que ya son un millón doscientos mil menos. Por Tomás CanosaA pesar de las promesas de mayor transparencia, el INDEC volvió a sorprender ayer al difundir una sensible baja en las tasas de pobreza e indigencia en el año de la crisis. Si los datos del organismo fueran verídicos, en los últimos doce meses un millón de personas habrían dejado de ser pobres y otros 200 mil de ser indigentes. Los analistas privados descreen de la información oficial y aseguran que en realidad la pobreza y la indigencia afectan a más del doble. Hasta el ex presidente Néstor Kirchner reconoció el mes pasado que la pobreza “se encuentra en el 20, 22 o 23 por ciento”.(Diario Crítica de la Argentina 23/09/09)
(APe).- La única garantía de ser honrado es ser pobre. Pero claro: la pobreza ha dejado de ser virtud franciscana, la de aquellos con los cuales el poeta quería su suerte echar. El voto de pobreza no se encuentra en las urnas de la democracia liberal. Por el contrario: la pobreza es la lepra de la democracia. Es la marca indeleble que los modelos siguen siendo malos ejemplos. “Es peligroso ser pobre amigo” cantan los Quilapayún en la inmortal Cantata Santa María de Iquique. Es peligroso porque la pobreza, como la lepra, desmiente que todos somos saludables, derechos y muy, pero muy humanos. La pobreza siempre será fea, sucia, mala y absolutamente no consumista. La desesperación por la pobreza no es en modo alguno, la preocupación por los pobres y por las pobres. Apenas se las rebautiza, piedad de funcionarios, como “jefas y jefes de hogar”. Hay algunos dichos que intentan paliar la fractura de la pobreza con un vendaje verbal. “Era tan pobre que sólo tenía dinero”.Piadoso. Sin embargo, la pobreza tiene muchos daños que no son colaterales, sino absolutamente centrales. El hambre, para ir bien cerca. Pero además de estos daños no colaterales, hay un deslizamiento que a mi criterio, es funcional a los intereses de la cultura represora. No son pocos los que plantean (yo mismo lo hice en alguna ocasión) que el problema no es la pobreza sino la exclusión. La pobreza sostiene un proyecto de vida, pero la exclusión es una sentencia de muerte. Confieso que ha sido un fallido, al menos el mío. Por supuesto que la exclusión es una forma de pobreza total. Absoluta. Pobreza final. Pero no por eso la pobreza pierde su naturaleza cultural de exterminio más o menos silencioso. Por la sencilla razón que “pobreza y riqueza” son realidades vinculantes. La lucha contra la pobreza es en el mejor de los casos ingenua, en el peor de los casos de un cinismo cuasi liberal. Porque la lucha fundante es contra la riqueza. Lucha que podría formar parte de la nueva cultura tributaria, pero que lamentablemente no es tan nueva. Con la renta financiera que no tributa, jueces y juezas que tampoco tributan, lo que es mucho más grave que los escandaletes por acarreos de automóviles. El gran tributo sigue siendo el IVA de un insoportable 21% para la canasta que de tan básica, ya es solo un diminuto canastito. La inequidad del sistema tributario impide cualquier lucha contra la riqueza, por lo tanto anula no sólo la distribución de la riqueza, pero asegura la permanente distribución de la pobreza. La pobreza-lepra tiene sus propios leprosarios, que algunos llaman villas. Por supuesto, no faltan los festivales, los sorteos de la quiniela oficial que beneficia a los carenciados, débitos automáticos para dar muy poquito para aplacar la mala conciencia burguesa. Crecemos a tasas chinas, aunque debo reconocer que ignoro totalmente si las tasas de crecimiento en china tienen que ver con la felicidad de los chinos. Ese tema del superavit y el crecimiento me recuerda a la fantasía disney del derrame de la copa. Es decir: mientras de las copas de las clases ricas se desborda el champán, en los vasos plásticos de las clases pobres gotea tetra. Esta teoría del derrame tiene el mismo efecto devastador de la teoría de los dos demonios, la forma más sutil de la impunidad. Supone que hay un acuerdo básico, esencial, fundante, entre los que brindan con burbujas y los que padecen sed, tanto de agua potable como de justicia. Que las clases sociales, políticas, económicas son una diferencia en lo mismo. Lo mismo puede ser la sociedad civil, la comunidad organizada, el estado nación, la patria o quizá sería mejor decir las patrias, el ser nacional, etc. Del otro lado de la pantalla estamos los que pensamos que las clases sociales, políticas, económicas aparentan ser lo mismo, pero tienen una incompatibilidad fundante. Aparentan lo mismo porque la gobernabilidad insiste en que todos estamos en el mismo barco, aunque todos sabemos que en el hundimiento del Titanic solamente murieron pasajeros de tercera clase. Más allá que estuvieran enamorados de pasajeras de primera clase, como la película de Cameron propone. Gobernabilidad es un arte encubridor, que supone que el sujeto político tiene un solo objeto político. Y que ese objeto político es el “bien común”. O sea: el menos común de los bienes. Esa idea de “bien común” es un bien no negociable para sostener la fantasía disney del estado benefactor. Pero es una fantasía, o más estrictamente, una ilusión. Freud estableció que la ilusión es una creencia basada en un deseo. Desde los Reyes Magos hasta los gordos de la CGT, el deseo fundante del “Estado-Sujeto” es ser generoso con dineros ajenos. Incluso que sean los supuestos beneficiarios del asistencialismo, los que paguen mediante impuestos distorsivos al consumo necesario la ayuda que luego recibirán como dádivas generosas. Por eso la lucha por el Indec es sin cuartel. En una sociedad tecnologizada, las estadísticas son la fuente de toda razón y justicia. Es la salida al mar de la ignominia del post fascismo. Por eso el control del INDEC es necesario, y hay que aceptar que se ha convertido en un nuevo Monopolio del Estado. Es una regresión de la política a la matemática, con el perdón de Paenza. Porque si algo es manipulable, son los números y las palabras. Lo menos manipulable es el sufrimiento, la desesperación, la angustia y el terror de millones de personas. Esos millones que nada saben de porcentajes, tampoco si están en la pobreza, en la indigencia, o acaso en la exclusión. Las estadísticas son la jactancia de los gerenciadores. Es necesario un esfuerzo de traducción a la vida real de esas cifras que parecen más de la astronomía que de la vida cotidiana. Por ejemplo: ¿qué implica una caída del 7,1% del presupuesto? Cuántas horas, días, semanas, habrá que esperar un turno en un hospital, cuántos exámenes de laboratorio no se harán en los tiempos requeridos, cuántas operaciones de urgencia dejarán de ser de urgencia simplemente porque los pacientes morirán antes que los quirófanos estén disponibles, qué mortalidad infantil es dable esperar en el próximo año. En estos casos de extrema desesperación, la honradez de los pobres es la tranquilidad de los ricos. Esa honradez que lo primero que hace es sentir y pensar que la pobreza es una culpa propia, que con la super abundancia de alimentos balanceados para personas, gatos y perros, la desnutrición es un descuido de lesa maternidad. Honradez que es mansedumbre pero no estupidez. La tranquilidad de los pobres es saber que los camellos no pasan por el ojo de una aguja. O sea: en el paraíso no habrá ricos ni camellos. Pero de lo que se trata es cómo recuperar la profecía del reino de dios, que no es otra cosa que la justicia en la tierra. De este mundo no es mi reino, porque este mundo es el mundo del César, de todo Imperio y de cualquier Imperio. Otros mundos son posibles, donde la honradez sea la única riqueza que importe.

El emporio del desarraigo 29/09/09
Por Oscar Taffetani
(APe).- La historia de Quilmes empieza con un desarraigo. Por poner una fecha, diremos 1667, que es el año en el que Alonso de Mercado y Villacorta, un traficante de bienes y vidas ajenas que fungía como gobernador del Tucumán, le escribió al conde de Santisteban, virrey del Perú, para decirle, muy ufano, que "no ha quedado en Calchaqui ni un solo calchaqui..."
Se refería a Juan Calchaqui, uno de los líderes de la nación diaguita, protagonista junto al andaluz Pedro Bohórquez de la última sublevación de los hijos de la tierra en las altas montañas del Tucumán, vasta región que ni siquiera el Inca, en el esplendor de su imperio, llegó a dominar.
El asedio al último pucará de los Quilmes, no muy lejos de la actual Cafayate, tuvo todos los rasgos de un sitio medieval, cuando se cortaba el agua, los víveres y toda comunicación a los sitiados, para hacer que la sed y el hambre los pusieran de rodillas.
Así pasó en la ciudadela de los Quilmes, inaccesible por cien años a la tropa esclavizadora colonial. Sólo que cuando Villacorta pudo entrar, un mediodía de otoño del año 1665, ya no quedaban guerreros (futuros esclavos) con vida en el pucará. Tan sólo se veían viejos, algunos varones heridos o mutilados y mujeres, cientos de mujeres silenciosas que taladraban con su mirada al invasor.
Temeroso de que se produjeran nuevos brotes de rebeldía (y dignidad) entre los diaguitas, Villacorta decidió extrañarlos: condenarlos a vivir lejos de su tierra, en un paisaje distinto, lejos de sus muertos, lejos de sus raíces. Entonces, envió a los pocos sobrevivientes de los Quilmes hacia el sur, mil leguas hacia el sur, hacia un pobre caserío llamado Buenos Ayres, junto a un río que parecía un mar y que tenía el color de la tierra que los derrotados habían perdido.

Cada historia, una pregunta
Otro origen, más convencional, de Quilmes -uno de los más extensos y poblados distritos del conurbano bonaerense- es la misma creación de la Reducción de la Santa Cruz de los Indios Quilmes, en el siglo XVII.
O tal vez -ya que está de moda el Bicentenario- podríamos remontarnos al 13 de octubre de 1810. En aquella fecha, el Correo de Comercio publicaba la siguiente noticia: “Nos es muy grato anunciar al público que en la Ensenada de Barragán por los auxilios que ha facilitado D. Pedro Dubal, ha podido D. Roberto Staples formalizar una fábrica de carnes saladas, la cual ya está en exercicio...”
En la Ensenada de Barragán -recordemos- se concretó el primer desembarco inglés en territorio del virreinato español, allá por 1806. Cuatro años después, en ese mismo lugar -sugestivamente- funcionó el primer saladero de carnes del territorio patrio. Su propietario era el mencionado Staples y en la primera degustación de carne salada, como consta en una vieja crónica, “estuvieron presentes los Señores Vocales Dn. Miguel de Azcuénaga, Dn. Domingo Mateu, Dn. Cornelio Saavedra y el finado Dr. Dn. Mariano Moreno”.
Aquella carne salada en Quilmes, gracias a la Revolución de Mayo, pudo venderse en 1810 a los terratenientes de La Habana, como alimento para esclavos africanos de las plantaciones españolas... (que nos digan si aquello no era globalización).
Y si tuviéramos que marcar un origen de Quilmes en el siglo XX, entonces será inevitable hablar de la acción colonizadora de Otto Bemberg, fundador de un emporio que quitó a los Quilmes lo poco que les quedaba (su nombre) para convertirlo en marca de cerveza. Al siglo siguiente, ese holdingcreado por Bemberg, con todas sus marcas y productos, sería vendido a un grupo belga-brasileño.
“Una pregunta para cada historia”, dice Brecht en uno de sus poemas didácticos. Pero nosotros decimos: un hecho de explotación y opresión en cada historia. Una tristeza por el desarraigo y el despojo en cada historia. Y a la vez, un ejemplo de valentía y dignidad del vencido, en cada historia.

La nueva resistencia
Con errores de ortografía (pero con minuciosa caligrafía popular), una muchacha de Quilmes llamada Analía, dejó su post en una nota periodística que publicó el diario local Perspectiva Sur, el pasado 22 de septiembre.
“...hola Elisabet! lo que se pide es que el gobierno se haga cargo de la situacion (...) anoche con la noticia de telefe me puse contenta, quiere decir que la gente ya n se queda llorando en el patio de su CASA, que sale protesta y apunta al responsable, responsable de hacer gestion, para aliviar esta terrible situacion, como tendriamos que hacer todos cuando, (no se compara) pero no encuentro otro... tenemos las calles rotas y es imposible transitar, ambulancia, remis, colectivos, y hasta uno mismo caminando, no les parece que el estado tendria que ver estos problemas con mas atencion? que pasaria si... un enfermo no puede llegar hasta el hospital (...) vivir en tierras expropiadas nos lleva a la falta de consiencia, tenemos en nuestras mentes dar a nuestros hijos ese pedasito de patio para correr gritar, sin que le moleste al otro, pasamos frios lluvias hambre y estamos como en la pre historia (...) mientras tanto?... los chicos?... patinan en el barro, juegan en la mas imnunda pudricion, quien los atiende? otra no queda.... el listado para los planes de vivienda es una tomada de pelo, llevas los papeles y entras la lista de espera... No podemos esperar y expropiamos, pero ojo expropiamos con la ayuda de algun guacho que armo una jugada politica, en toda expropiacion siempre aparecen y ahi esta el vivo y el carenciado.... si se pide la ley de espropiacion no nos damos cuenta que estamos condenando a nuestros hijos a la mas siniestra muerte, Tierras contaminadas, Cancer en puerta. creo que la mejor solucion es sacar por completo las familias y no dejar que se vuelba a las tomas, la rueda seguiria girando. problema donde colocar esas familias? solucion: tendriamos que buscar a los rsponsables de la expropiacion y el gobierno, hacer una veradero plan de viviendas, no un plan de viviendas para fines politicos...”
El Emporio del Tanque tomó su nombre de una fábrica de depósitos de combustible que funciona en un predio de 25 hectáreas delimitado por el Camino General Belgrano, las calles Rodolfo López y República del Líbano y el arroyo Las Piedras, en jurisdicción de Quilmes. Una parte de ese predio fue ocupada en 2003 por un grupo de familias sin techo. Seis años después, junto a la chatarra que se pudre al sol, sin agua potable ni luz eléctrica, sobreviven allí 600 familias. Ésa fue la realidad reflejada en el reportaje de Telefé que comenta Analía.
Dijimos que hay un ejemplo de valentía y dignidad del vencido, en cada historia. Lo ratificamos ahora, lo volvemos a decir, tras leer el inadvertido post que dejó una inadvertida muchacha de las barriadas de Quilmes, provincia de Buenos Aires, emporio del desarraigo construido a la vera de un ancho río que tiene el color de la tierra perdida.

La “vida premiun” 28/09/09
Por Carlos del Frade(APe).- La pobreza aumentó en Rosario: desde el ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Santa Fe informaron que la demanda social aumentó un 25% en los últimos meses. La solicitud de la llamada tarjeta social que se usa para comprar comida, se incrementó un 20%. El mismo porcentaje en que fue reforzado el suministro en los comedores comunitarios. Desde los barrios de la ex ciudad obrera, industrial, ferroviaria, portuaria y rebelde, las voces claman por más raciones de comida.
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