FRASSIA DICE QUE "URGE EL DIALOGO"

Urgen diálogo y acción para solucionar la desigualdad social
Avellaneda (Buenos Aires), 8 document.write(meses(10)); Oct. 09 (AICA)
Mons. Rubén Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús

"Tanto la pobreza como la inseguridad, la violencia y el deterioro humano que está instalándose en nuestra sociedad, son cosas que podemos y debemos evitarlas”, aseguró el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Frassia, en declaraciones a Radio Rivadavia.

El prelado advirtió sobre “contradicciones” y estimó que si no hubiera tanto “derroche y tanto desgaste en tantas cosas” la problemática de la pobreza podría ser resuelta de otra manera. Tras reconocer que alguien puede decir que la Iglesia no puede meterse en estos temas porque “no es técnico o no le compete”, afirmó que lo hace porque “vemos, sentimos y sufrimos los problemas” de la gente.

Monseñor Frassia consideró que el ataque a Dios y las religiones tiene que ver con debilitar al hombre, porque “Dios es la garantía, es la rectitud y es la orientación del hombre”.

Y subrayó sus dichos con la reciente encíclica social de Benedicto XVI, quien alerta que “al eclipsar a Dios de nuestra vida se oculta la razón natural, la familia, la sociedad y todo se desorienta y debilita, porque el elemento importante para la creatividad y el desarrollo humano e integral del hombre es la presencia de Dios”.

Por el contrario, el Papa, sostiene que “la participación nos ayuda a crecer, a respetarnos, a tenernos en cuenta, a respetarnos en la libertad, a no mentirnos y a ser justos. En eso Dios es la garantía del hombre”.

Asimismo, señaló que “hoy más que nunca necesitamos gente que se prepare para el presente y el futuro, y que no nos quedemos enlodados en los problemas actuales o vigentes, como si eso fuera la finalidad. ¡No! Nosotros tenemos que tener una mirada más de águila en todos los ámbitos: a nivel político, a nivel de gobierno, a nivel de ciudadanos, a nivel de creyentes, a nivel de responsable de la diócesis y de las comunidades”.

Monseñor Frassia precisó que “lo primero que hay que hacer es pensar. Porque, como decía muy bien Pablo VI, la acción debe ser expresión del pensamiento, pero más importante que la acción es el pensamiento. El pensamiento es el sustento de la acción y el que da sentido a la proyección, a toda la actividad humana”.

“Creo -acotó- que es muy importante hablar, es muy importante pensar y es muy importante reconocer las luces que uno puede tener –en su obrar- y reconocer los errores o las fisuras que uno también puede tener; porque si uno no reconoce no cambia; si no reconoce no modifica; uno pude ‘alienarse’ en una estratificación de posición que puede llegar a ser una especie de ideología”.

El prelado insistió en que “hablar, pensar, reflexionar, dialogar y participar, son herramientas muy útiles. Son muy útiles para nuestra nación porque, ya que estamos camino al bicentenario, necesitamos gente que piense, que dialogue, que escuche y que responda”.

“En este tiempo tan difícil es necesario pensar y prepararse para el presente y futuro inmediato pero con razones de esperanza. Pido a la Virgen de Lujan por todos los dolores que la gente tiene. También por todos nosotros, que pensamos, que creemos, para que tengamos mayor conciencia de nuestra responsabilidad y participación. Para que la brecha entre ricos y pobres no se haga cada vez más grande; que podamos encontrar caminos reales de solución porque nos merecemos una nación distinta”, concluyó.+

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