DUROS CONCEPTOS DE MONSEÑOR FRASSIA

Hay que ser “creyente” y no “funcionario”
Avellaneda (Buenos Aires), 22 document.write(meses(10)); Oct. 09 (AICA)
Mons. Rubén Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús

El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Frassia, aseguró que ser discípulos, testigos y misioneros hoy es “seguir más de cerca a Jesús. Es estar enamorado de Él. Es revestirse de sus mismos sentimientos. Es hacerse carne de las entrañas del Evangelio”, y sintetizó: “¡Es ser creyente! No un ‘funcionario’, que se queda simplemente en ‘anécdotas’ o cosas superficiales”.

Al presidir las fiestas patronales en honor de Santa Teresa de Jesús, en la parroquia San Judas Tadeo, el prelado insistió en que el llamado es “a dar una respuesta personal”, pero recordó que para que esto ocurra es necesario “dejarse convertir”.

En este sentido, señaló que la conversión se logra “rezando, escuchando a Dios”, porque “si lo escuchamos, no podemos quedar igual”, y agregó que “si uno reza, Dios lo transforma”.

Tras subrayar que “la oración nos lleva y nos lanza. Nos lanza a no callarnos la boca; nos lanza a ser testigos, a ser misioneros”, insistió en que la Iglesia tiene que ser misionera sin tener vergüenza, tiene que ser capaz de reformarse en sus estructuras y sus actitudes, y debe salir, sobre todo, de la comodidad, de las costumbres. “Porque no toda costumbre es humana y no toda costumbre es cristiana. No nos engañemos, que hacemos o hagamos las cosas no significa que estén bien hechas”, advirtió.

Monseñor Frassia llamó a pedirle a Santa Teresa que “nos vuelva a dar la locura del amor, la pasión por la Iglesia, la pasión por el Evangelio, la pasión por los demás, por cada hermano nuestro”, e interpeló: “¿O nuestro corazón no está llorando porque hay tanta gente rota y quebrada?”

“Sí, hay mucha pobreza. Sí, hay mucha injusticia. Sí, hay mucha violencia. Hay muchas cosas, pero lo peor es que está faltando la esperanza de Dios en nuestros hermanos. Y en nuestras ciudades está faltando la referencia explícita al Señor”, subrayó, al tiempo que pidió a la santa que ayude a la feligresía diocesana a ser “discípulos orantes, testigos comprometidos y renovarnos”.

Por último, monseñor Frassia clamó: “¡Iglesia de Avellaneda-Lanús, surge de nuevo!”+
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