MONSEÑOR FRASSIA INSTO A QUE SE PARTICIPE ACTIVAMENTE DE LA SOLIDARIDAD

No podemos hacer todo, hagamos algo y hagámoslo bien
Avellaneda (Buenos Aires), 30 document.write(meses(7)); Jul. 09 (AICA)
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“Hay dos comidas y las dos son importantes, pero hay una que da luz y sustento a la otra: el alimento espiritual”, y “como nosotros somos personas de los dos reinos, del humano y del divino, siempre tenemos que trabajar estas dos líneas en lo solidario, en lo fraterno, en lo humano, en lo social y también en aquello que es el espíritu, que es lo divino, lo trascendente, lo de Dios”, dijo monseñor Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús, en su mensaje radial del fin de semana en el que hizo una interpretación de la multiplicación de los panes.

Subrayó que “tenemos un Alimento que robustece las dos cosas: la Eucaristía. Cristo nos alimenta en la Eucaristía y nos da fuerzas para lo humano y para lo cristiano. La Eucaristía es alimento y a la vez es remedio de todas nuestras heridas y de todas nuestras fragilidades. Alimento que alimenta y remedio que cura y sana”.

Pero aclaró que “nosotros no somos ‘los convidados de piedra’, los que estamos ‘ahí’ y nada más. Nuestra participación es activa. Somos invitados a participar activamente y está simbolizado en el niño del Evangelio, que tiene algunos panes y dos peces, que los ofrece a través del discípulo. Recibimos pero también tenemos algo que ofrecer”.

En ese sentido, expresó: “Falta el pan material en muchos hogares y también falta el pan de la verdad, el pan de la cultura, el pan del respeto, el pan de lo social, de lo fraterno, ¡faltan muchos panes!, ¡faltan muchas realidades!: de la salud, de la educación, ¡de tantas cosas! y bueno, tenemos que alimentarlas”.

Tras cuestionarse acerca de qué cosas se pueden ofrecer “en un mundo que se está fragmentando, como quebrando”, el prelado exhortó: “Bueno, ofrezcamos esos cinco panes y esos dos peces. No podemos hacer todo, hagamos algo y hagámoslo bien”, y propuso algunos ejemplos: “hay personas que son ciegas, que no ven, vaya y léales un libro; visitar a un enfermo o visitar a un vecino que está solo; detenerse y saludar a una persona mayor, anciana, y darle el tiempo”.

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