RESUMEN DE LA AGENCIA INFORMATIVA PELOTA DE TRAPO



Vuelva Beresford, lo perdonamos 04/05/09
Por Alfredo Grande
“liberales del mundo responden... al gran pueblo argentino ataud”(aforismo implicado)
“Decisión del Gobierno de la Ciudad a partir de 2010


Quieren dictar Matemática, Física y Química en inglés


Será desde 1er año del secundario. Cada escuela decide si aplica la medida. "Matemática, Física y Química se dictarán en inglés", anunció en Madrid el ministro de Educación de la Ciudad, Mariano Narodowski, donde participó en un seminario internacional sobre Educación Bilingüe. En Buenos Aires su oficina de prensa hizo la traducción: la idea es que a partir de 2010 estas materias empiecen a enseñarse en inglés en el primer año de las secundarias públicas porteñas que voluntariamente quieran sumarse a esta iniciativa. En ellas estas disciplinas ya no se darán en español. Una medida que, seguramente, dividirá aguas entre pedagogos, padres y docentes. "¿Razones?" "Tengo la certeza de que con esto mejoramos la calidad de la educación pública de la Ciudad", dijo Narodowski en el seminario organizado por el British Council. "Esta iniciativa apunta a avanzar con la educación bilingüe en las escuelas porteñas. Potenciar el inglés y mejorar su calidad", reforzaron desde el ministerio.La decisión de arrancar con Matemática, Física y Química, explicaron, es que "al ser más técnicas presentan menos dificultades para enseñarse en un segundo idioma. La idea es después sumar progresivamente otras asignaturas, obviamente para ser dictadas en ambos idiomas".(Diario Clarín 30/04/09)(APe).- Hace algunos años, demasiados para la política on line más digna de tele comunicadores que de estadistas, el escritor Jorge Asís (el mismo que dijo que era menemista pero portador sano) intentó abolir de las marquesinas porteñas avisos en inglés. Lo abolieron a él, desconozco si sólo por ese intento de nacionalismo patoruzesco. Actualmente, el www.jefedegobierno.com, en la voz de los que tienen demasiada voz, su ministro de educación y valor, arremete con una genialidad que ni Pasteur ni Mendeleiev, el de la tabla, hubieran osado. El concepto guía es contundente: si es bilingüe es mejor. ¿Do you understand, poor argentine? El español no sirve para las ciencias duras. ¿Acaso no es irrefutable que una mente brillante fue la de un profesor que hablaba en inglés? Y que los dos premios nobel que ostentamos son los de la paz, que como todos saben es una palabra que en inglés se pronuncia “pis”. Y caca, podríamos agregar, porque la única paz que tenemos en estas tierras del gerenciamiento vecinal, es la de los cementerios privados y la de los countries. La Belsunce prueba que los daños colaterales no respetan clases sociales, pero seguramente estarán trabajando en ese problema. Frente al desguace de servicios esenciales en salud, educación, vivienda, con patotas de vicas (escala superior del pato vica) cuidando el espacio público que no puede ser para todos los públicos, suponer que un idioma, especialmente el idioma de los imperios, puede ser factor de excelencia, merece al menos un diagnóstico diferencial. Primero: confunde la palabra con la cosa. O sea: decir en inglés lo que se puede decir en español, idish, quechua, azteca (consultar con el guionista de Apocalypto, el bodrio que filmó Mel Gibson) arameo (consultar con el guionista de La Pasión de Cristo, el no bodrio que filmó Mel Gibson) lunfardo (lamentablemente aún Mel Gibson no filmó nada y ahora tiene que pagar un divorcio multimillonario... ¡¡hay cada paica en Hollywood!!)no asegura que el docente y el alumno eleven su calidad de aprendizaje. La cosa “conocimiento” es autónoma de la palabra con la cual a él accedemos. Los chinos, árabes, los mencionados aztecas, dispusieron de conocimientos fundantes de la cultura siglos antes que los europeos. Nuestros pueblos originarios tienen aún hoy, y a pesar de los genocidios que los cipayos parlantes cometieron en varias oleadas, saberes y poderes que nuestra soberbia occidental y cristiana impide aceptar y valorar. Segundo: privilegia la palabra a la cosa. Si todo fuera cuestión de idioma, cualquier poliglota sería sabio. Un traductor profesional dispondría del conocimiento universal, como lo pretendía la colección El Tesoro de la Juventud, lejano antecedente de la Wikipedia. Si bien la realidad no se paga de palabras, y todos sabemos que se las lleva el viento, aquellos que pueden pagar para que millones alucinen la realidad (va a estar bueno Buenos Aires, sin aclarar para quién, aunque ya nos vamos dando cuenta, y además cometiendo un deslizamiento de género, porque en todo caso la reina del plata tendría que estar buena) no tendrán obstáculo alguno en lanzar globos de ensayo a ver cuál es el grado de recepción de estas iniciativas cuasi delirantes. A confesión de parte, relevo de prueba. Empezarán por las ciencias duras porque son, para los Dioses del Olimpo Vecinal, políticamente neutrales. Es como el famoso chiste piloto para evaluar la intensidad de los que se pueden contar en una reunión. Si pasa ese, (el chiste piloto) pasan todos. Esto no es un chiste, pero es un leading case. Si lo dejamos pasar, pasan todos. Enseñar historia argentina, sociología, psicología, psicoanálisis, geografía, en inglés asegura el packaging y el merchandisingque el imperialismo reclama para salir vía triunfo cultural de su impresionante derrota financiera. El ministro de british educationpretende retrotraer la situación actual a la del virreinato de Sobremonte (Caramba, la idea de huir con los caudales públicos dejó secuela). Propone unas nuevas y renovadas invasiones inglesas, ahora mediatizadas por la bonhomía del lenguaje. Obviamente, el sistema predador sabe que la batalla actual es la batalla cultural. Y sugiere, propone, ordena empezar por el final: rendirse al enemigo. Quizá añore, sabiéndolo o no, poco importa, los maravillosos tiempos del generalísimo Franco, cuando a los valerosos vascos se les cortaba la lengua por usar el euskadi. ¿Qué lengua cortarán cuando los alumnos más lúcidos, hijos y nietos de las generaciones que enfrentaron a los militares y civiles genocidas, tengan como bandera de lucha decir: dos moléculas de hidrógeno y una de oxigeno: agua. Y rechacen decir, por profunda conciencia política y social, algo tan simple como water. Estemos preparados para la solemne recepción de algún tataranieto o chozno de Beresford. Lo perdonarán, lo designarán citizen ilustre y la internacional liberal unida seguirá encargando nuestros ataúdes. Lo impediremos con trincheras de ideas, como enseñara José Martí. Sin traducción al inglés.

Los vengadores del futuro 06/05/09
Por Oscar Taffetani
(APe).- Hay un relato apasionante de Philip K. Dick, publicado en 1966 y que fue llevado al cine en los ‘90, con el título “El vengador del futuro”. Básicamente, se trata de la posibilidad de practicarle a un ser humano implantes de memoria, para que tenga “recuerdos” sin necesidad de contar con una experiencia de vida concreta. La contraparte de ese insólito servicio es la posibilidad de borrar, antes del implante, la memoria verdadera de un individuo, para adaptarlo a los usos y necesidades del poder. Hasta allí, la trama del maestro Dick, varias veces plagiada y recreada por Hollywood. Pero lo que nos interesa destacar, en este momento, es el telón de fondo que pintaron el holandés Paul Verhoeven y sus guionistas cuando decidieron filmar aquel relato.
Douglas Quaid, obrero de la construcción que antes del borrado de memoria había servido como policía en Marte, consigue regresar a ese planeta en 2084, buscando recuperar su pasado. La colonia terrícola que Quaid encuentra es una ciudad herméticamente aislada, controlada por un empresario que a cambio de la protección contra los rayos cósmicos (porque ha desaparecido la capa de ozono) obliga a los habitantes a trabajar para conseguir el agua, el aire y el pan de cada día.
En esa sombría ciudad futura hay estratos sociales que coexisten, en niveles distintos del subsuelo, con prohibición de mezclarse. El pueblo de las catacumbas marcianas es un conjunto de seres mutantes, niños y adultos, deformados por la mala alimentación y los experimentos genéticos, que cada tanto se rebela e invade estratos superiores. Para contener la invasión de los pobres, una policía feroz recorre diariamente los niveles fronterizos a bordo de un taladro mecánico que nunca repite la ruta. Una pesadilla. Un infierno que se parece bastante a éstos del comienzo de siglo.
Haciendo una lectura política de “El vengador del futuro”, la primera pregunta que surge es dónde quedó el Estado. Y la respuesta inmediata es que el Estado es simplemente una empresa privada, monopólica, que fija su ley sobre el miedo y la obediencia (o resignación) de los supuestos ciudadanos. ¿El bien común? Desaparecido. ¿La cosa pública? Inexistente.
Un detalle del filme, que completa las coincidencias entre ficción y realidad, es que las escenas de la vida en el subsuelo fueron rodadas... en la ciudad de México.
Pandemia y negocios
La secretaria de Seguridad Interior de los Estados Unidos, Janet Napolitano, declaró al comenzar este mes de mayo que el alerta mundial por la gripe porcina podría pasar muy pronto al grado 6. Este grado (el máximo que contempla la escala) significa “pandemia de contagio rápido y sostenido entre humanos”.
Su par de la OMS, Margaret Chan, la criticó sin nombrarla y dijo que no debía causarse un pánico innecesario (sic) en la población. No obstante, poco después, la doctora Chan echó más leña al fuego con palabras que parecen extraídas de una tira de Manga o de una historieta barata, diciendo que el virus “se ha retirado, pero busca venganza”, que “volverá con una virulencia sin precedentes” y que “ésta sería la peor de las epidemias que el mundo haya tenido que afrontar en el siglo XXI”.
El Financial Times (que, como su nombre lo dice, es un periódico financiero) se sumó a la campaña de terror, aventurando que los muertos por la gripe porcina “podrían contarse por millones” y que la peste podría acentuar la recesión y causar pérdidas del orden del 5% del PBI mundial.
Los efectos de esta clara acción extorsiva, no se hicieron esperar. México, señalado por los mass media como el gran culpable de la nueva peste (al punto que llegaron a bautizarla, originariamente, “gripe mexicana”) se apresuró a comprar a los laboratorios Roche de Suiza (con quien sigue asociado, a través de Gilead Sciences, el ex secretario de Defensa norteamericano Donald Rumsfeld) 110 mil tratamientos con Tamiflu, un medicamento específico para tratar las gripes clase A. La compra se agrega al medio millón de tratamientos que el Ministerio de Salud azteca le encargó al mismo laboratorio, en meses pasados.
Las acciones de Gilead, Roche y Glaxo, las tres empresas farmacéuticas que producen el oseltamivir (base del Tamiflu), subieron en una sola jornada entre un 3 y un 6 por ciento. También treparon las acciones de Baxter, otra empresa global, que anunció que podía tener lista en 13 semanas una vacuna contra la gripe porcina.
De los 26 muertos y 985 casos reportados por estos días a la OMS, el grueso se localiza en México, los Estados Unidos y el Canadá (es decir, en América del Norte) y el resto se distribuye en Europa, el Cercano y el Lejano Oriente. Pero de los 26 muertos -un dato que nos habla de la pobreza- 25 son mexicanos.
Tener por lo menos un caso de gripe porcina hoy determina una importante ayuda crediticia por parte del Banco Mundial. Por eso la ministra argentina Graciela Ocaña le apostó (valga la expresión) algunas fichas. Pero no. Caray. No se comprobó un solo caso. No obstante, con el objetivo de crear un “escudo epidemiológico” (así lo llaman), el país obtuvo un crédito del Banco Mundial de 20 millones de dólares.
Es paradójico que ante una evidente pandemia del dengue en las provincias del Chaco, Salta y Catamarca (más de 20 mil casos oficialmente reconocidos), el Banco Mundial haya concedido un crédito específico de 3 millones de dólares, mientras que para el flamante escudo epidemiológico ya hay acordados 20 millones. (Dicho sea de paso, la misma denominación del plan -“escudo epidemiológico”- habla de un peligro externo, de un azote que puede llegar de afuera, cuando lo concreto es que el 95% de los casos reportados de dengue son autóctonos).
Otra canción de resistencia
Los movimientos ambientales y ecologistas han disparado con toda su artillería, en esta coyuntura, contra la industria globalizada de alimentos. Razón no les falta. El abuso de vacunas, la precariedad sanitaria y la alta concentración de animales con el único objeto de maximizar las ganancias, ha permitido la mutación y desarrollo incontrolable de nuevos virus.Del mismo modo, el empleo abusivo de herbicidas como el glifosato, en el campo, fue eliminando el control y balance natural de los mosquitos que hoy son portadores del dengue.Qué decir del bosque originario, en estos países del sur de América en donde el mayor tesoro lo constituyen la biodiversidad (incluyendo en ella al hombre) y las reservas de agua dulce. La planificación de las mineras, las celulosas y las papeleras arrasa con todo, cambiando para mal el paisaje y expulsando a la gente. O volviéndola extranjera en su propia tierra.
¿Vendrá algún día Douglas Quaid (Arnold Schwarzenegger) a salvarnos, como en aquella película sobre la vida en Marte? ¿Un redivivo Espartaco, que pondrá de pie a los esclavos y los lanzará a vivir o a morir con dignidad?
Improbable. De puro nostálgicos, nos inclinamos más a creer en el héroe colectivo, aquél que imaginaron escritores militantes como Héctor Germán Oesterheld y Rodolfo Walsh. Sí, el héroe colectivo. Capaz de reponer en el acto cada brazo que cae y cada vida que se pierde. Capaz de superar los límites del hombre solo y luchar, con buena chance, frente al aparato del poder.
Entonces, seguro, saldrá el sol. El viejo sol que vimos en la película. El sol de siempre. Y descubriremos, igual que un niño, que es bella y necesaria su caricia.

La hoguera 05/05/09
Por Néstor Sappietro
(APe).- Ésta, bien podría ser una noticia de otro siglo...Dos hermanitos de 7 y 11 años murieron al arder una casa. Fue en Río Primero, Córdoba. El siniestro se inició por una vela. Se salvaron los padres y sus otros seis hijos.
La tragedia sucedió a la madrugada, dice la crónica. A traición, como suele hincar la muerte sus dientes voraces en el cuerpo de la pobreza. A traición, porque la familia estaba durmiendo. A traición, porque no tuvieron tiempo para nada...Una vela quedó encendida sobre una mesa en una de las dos habitaciones que tenía la casa. La vela cayó y tomó contacto con un colchón lo que hizo que las llamas se extendieran por todos los rincones.
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