RESUMEN DE LA AGENCIA INFORMATIVA PELOTA DE TRAPO






A la caza del mosquito



18/02/09
Por Oscar Taffetani
(APe).- Primero era la (malvada) hembra del Anopheles, infectada con Plasmodium falciparum, con Plasmodium vivax, con Plasmodium ovale o con Plasmodium malariae, que picaba sin piedad a los habitantes de los pantanos y arrozales de las tierras bajas de Europa, enfermándolos de malaria y fiebre amarilla.
Después, fueron el DEN-1, el DEN-2, el DEN-3 y el DEN-4, viajando en la saliva de la (malvada) hembra del Stegomyia aegypti -antes denominado Aedes aegypti- o bien del Aedes albopictus, picando a seres humanos desprevenidos y causándoles la quebradora, la fiebre rompe-huesos, mundialmente conocida como dengue.
Más tarde, a bordo de las hembras del Psychodidae Phlebotomus y el Phlebotomus Lutzomyia (siempre las hembras: vaya una sutil culpabilización del género), llegó la leishmaniasis, peligrosa enfermedad que ataca por igual a los animales domésticos y a los dueños de casa.
Últimamente, debido a las hembras (unas verdaderas perras) del Aedes Aegypty, del Aedes albopictus, del Culex pipiens y del Culex quinquefasciatus, ha llegado a nuestras tierras la Fiebre del Nilo, que amenaza con sumarse a una larga lista de epidemias que -oh casualidad- castigan a la población de las barriadas pobres, sin agua potable ni cloacas ni controles sanitarios ni fumigaciones periódicas.
La culpa de todo... la tiene el mosquito. Perdón, más exactamente: ¡la hembra del mosquito!
Y si queremos algo más difuso, apto para encuentros diplomáticos, la culpa de todo la tiene el calentamiento global...
Altruismo investigativo
Departamentos científicos de distintas universidades del mundo, gracias al apoyo de laboratorios químicos y farmacéuticos, han desarrollado el mapa cromosómico del mosquito portador del dengue y otros virus que azotan a la humanidad.
En la Universidad de Queensland, Australia, un equipo conducido por Conor McMeniman logró "picar" a un mosquito y pasarle la bacteria Wolbachia, que reduce a menos de la mitad la esperanza de vida del insecto.
Si consiguen que los mosquitos vivan sólo 20 días, estiman en Queensland, lograrán que se corte su explosiva y peligrosa cadena reproductiva.
En la Universidad de La Plata, Argentina, ya se han detectado y están en estudio 73 variedades de mosquito, muchas de ellas que son vectores de enfermedades conocidas.
Después del anatema al DDT (o flit) -un insecticida que supuestamente causaba daños colaterales-, los científicos del mundo trabajan en el desarrollo de nuevos productos, por ejemplo los llamados "insecticidas ecológicos", que se venden en prácticos aerosoles para contribuir al adelgazamiento de la capa de ozono.
Y no faltan los que proponen prevenciones naturales, llenando de sapos los jardines, como en tiempos pasados, o bien criando familias de Cucarachas de Agua (así las llaman) que se alimentan de mosquitos y peces pequeños.
Mientras tanto, el dengue y las fiebres hemorrágicas -como ha revelado un estudio- eliminan en sólo un año la cantidad de seres humanos que el Sida y las enfermedades exóticas eliminan en cinco.
Y como en el caso del Sida y los retrovirales, tanto los nuevos insecticidas matamosquitos, como las nuevas vacunas y los nuevos medicamentos, son marca registrada y propiedad de las industrias que los han desarrollado y fabricado, y llegan a los gobiernos y poblaciones que pueden pagarlos.
La última epidemia
Preocupa a las autoridades sanitarias del Cono Sur una nueva cepa del virus que provoca el dengue, detectada en Bolivia y particularmente en el Oriente de ese país.
A mediados de este mes se llevaban contabilizadas 13 muertes y se habían reportado 21.937 casos de dengue clásico y 80 del tipo hemorrágico.
No vamos a detallar aquí los operativos sanitarios ni la cooperación solidaria de los países del área, que buscan controlar la epidemia y evitar nuevas muertes. Buena suerte y aliento en esa empresa.
Pero sí queremos hacer -una vez más- la breve reflexión de que todas las enfermedades de la pobreza son mortales, justamente, por el contexto de pobreza.
Cuando un organismo desnutrido, cuando un cuerpo con hambre, sufre la violenta deshidratación que trae una fiebre hemorrágica, está más indefenso que otros.
Cuando un virus nuevo que llega -portado por el mosquito, por la vinchuca, por la rata o cualquier otro medio- encuentra un cuerpo devastado y encuentra un alma derrotada, sin ganas de luchar, el resultado inexorable es la muerte.
Vivienda y trabajo digno; buena alimentación; escuela para todos; deporte para todos; alegría de vivir. Ésa es la receta probada, la receta universal y eficaz para controlar el dengue y las enfermedades de la pobreza.
Eso, y no salir a cazar mosquitos.“

Cambiando bajo la lluvia



17/02/09
Por Alfredo Grande
“la derecha siempre tiene razón pero es una razón represora”(aforismo implicado)
Cristina recorrió Tartagal. Evitó referirse al desmonte, una de las primeras causas de la catástrofe. Conversó con los vecinos y prometió ayuda. “Me agarró un terrible aguacero -dijo-, pero a mí la lluvia me gusta mucho”. “Mientras unos tengan todo y el resto nada van a seguir pasando estas cosas. Hay muchos ‘Tartagales’ en Argentina, demasiados para mi gusto. La verdadera tragedia es la pobreza estructural”.(Diario Crítica de la Argentina 12/02/09)
(APe).- Cuando el justo defiende un sistema injusto, necesariamente realizará acciones injustas. Por supuesto, no me refiero a la justicia, que hace tiempo es territorio inexpugnable del derecho. Me refiero a lo justo, a la condición humana en la cual se pondera la adecuación entre causas y efectos, el equilibrio entre haceres y decires, y la correspondencia entre lo visible y lo decible. La profecía del segundo mandato fue: “el cambio recién empieza”. Como toda dispensa publicitaria, sirve tanto para jabón como para automóvil. En este caso, el recién supuestamente inauguraba una nueva temporalidad, una génesis que desmentía y encubría la continuidad de ambas gestiones. Vino no tan viejo, pero con toda seguridad en odres no tan nuevos. De la misma forma en que un cachetazo es nimio en relación a una trompada, y una inflación del 2 mensual es nimia frente a un rodrigazo o una pesificación asimétrica, el mensaje fundante de estos tiempos es: lo peor son los otros (muchos otros que hasta hace poco tiempo no eran demasiado otros). Pero si hay cambio que, además, confesión de parte, recién empieza, ¿por qué no suponer que habrá otros cambios que a lo mejor ya comenzaron? El alud de agua y barro que arrasó Tartagal... ¿cuándo empezó? Para la historia oficial, empezó después que la ciudad estaba arrasada. Antes apenas hubo un descanso en los cajones del palacio de la ley de bosques. Pero los canallas de la cultura siempre van a utilizar a las furias de la naturaleza para indultar sus crímenes de gestión. La Presidente (omito denominarla presidenta de la misma forma que omití denominar presidento al mandatario anterior, a pesar que el oportunismo de género de cierta intelectual-progresía lo sugieren) quiso ver de cerca, y eso es bueno, los efectos del alud. A las causas del alud también las vio de cerca, ya que algunas estaban en su escolta. Solamente faltaba Cutini, quien seguramente hubiera sido el único apto para lidiar con la fiera naturaleza. “La tragedia es la pobreza estructural”. Como decían en los ateneos clínicos del hospital, el anatomopatólogo siempre tiene razón, pero siempre llega tarde. Con la Razón de Estado pasa lo mismo. ¿Era necesario un alud de agua y barro para proclamar esa verdad pequeña, pequeña? Incluso se avanza desfoliando la vivencia, a pesar de la cercanía de la catástrofe cultural, con una sentencia vaciada: “¿cuántos tartagales habrá?”. Como la cosa tartagal quema, nada mejor que disolverla en la pluralidad no visible de situaciones similares. Dicho por las víctimas, es una cosa. Por ejemplo, cuando sobrevivientes, familiares y amigos de los masacrados en la discoteca, hablamos de los “cromañones” que están por todos lados. Pero desde la máxima responsabilidad del Ejecutivo, hablar de tartagales es apenas no hablar de la soga en la casa del ahorcado. Especialmente cuando se ha vetado la ley de protección de glaciares. A pesar que a la Presidente le agrada la lluvia, no es agua lo que cae por las calles de tartagal: es mierda. Parece una realización cinematográfica del genial Pino Solanas. El oro de los reyes y el barro de los vasallos. Los que padecen de pobreza estructural trágica. Por suerte los indicadores de alud no los calcula el INDEC porque entonces nadie saldría corriendo. Pero digamos que nada hay de tragedia, apenas de una brutal estafa transgeneracional que algunos llaman distribución irregular del ingreso. Y que denominarla estructural, está más cerca de conservarla que de modificarla. Lo verdaderamente estructural en la Argentina es la riqueza. Y con más justeza, la estructura del robo y la total impunidad para los que siempre ganan mucho más que pan con una frente que jamás sudará. La tragedia es la riqueza estructural y el pasaje de las clases a las castas. Más allá de algunas elecciones, el poder en la argentina sigue en las manos y en los pies de varias oligarquías, las del campo, la ciudad y las de ciertas partidocracias. Es Tragedia porque el cambio que realmente se necesita había empezado, pero la traición a por lo menos dos generaciones, parece haberlo abortado para siempre. (A esa traición algunos la llaman lopezreguismo). Con total razón represora, Florencio Randazzo se florea diciendo que: “no podía evitarse el alud”. Tiene razón y qué lástima que no marche preso. Porque en el marco del capitalismo serio, nada puede evitarse cuando ponga en riesgo la genocida relación costo beneficio. El lucro del capitalista, cuanto más se lo tome en serio peor, es la única razón que el Estado Presente protege. El mismo vicegobernador, Andrés Zottos, dijo que desde el 2006 las obras están paradas. O sea, en criollo y sin pomada: no se hizo un soto. Hoy, o ayer, o mañana, se aplaude a rabiar pero sin rabia que mil millones de pesos contengan la miseria real de 13 millones de ciudadanos poco consumidores y por lo tanto, escasos contribuyentes. El IVA no hablaba de ti, y por lo tanto el superávit fiscal los mira como indiferente. De todos modos, con heladeras, lavarropas y algún split baratieli, a lo mejor no se cosechan tantos votos. Por las dudas, no sea que otros tartagales se lleven las intenciones de voto para otros barros, un poco de gente en los jardines de olivos dan un aspecto más fashion a la pobreza estructural, recuperándola de la tragedia a la comedia. Dejemos el remate (no me refiero del país sino al final de la nota) al gobernador de la provincia más rica de la Argentina, recientemente amenazado por la mejor policía del mundo. “Al capitalismo no hay que destruirlo, hay que moralizarlo”. Solamente faltaba agregar “planes en cuotas, todo financiado”. En el Seminario de Psicoanálisis Implicado del 2008 trabajamos en Mar del Plata y Buenos Aires sobre la consigna: odiar al capitalismo. Para destruirlo, pero también destruirlo dentro nuestro. No creo que el señor gobernador nos auspicie los cursos del 2009. El estado burgués tiene su moral, calvinismo mediante. Una moral del opresor que nada tiene que ver con una ética del oprimido. Y será una profunda e inquebrantable ética de la lucha de las masas revolucionarias, la que hará inútil y hasta ridículo, la pretensión de estar cambiando bajo la lluvia.

Periodismo de periodistas



19/02/09
Por Néstor Sappietro
(APe).- La información que llega desde el vertedero San Javier, ubicado en la provincia de Salta, es un ejemplo que confirma la estrechez de algunos opinadores. El titular anuncia que “una pala mecánica aplastó a un menor”. El chico de 11 años sufrió una fractura expuesta y herida grave con compromiso vascular y muscular en una de sus piernas mientras reciclaba basura en el vertedero...Más abajo, con el desarrollo de la noticia, aparece el periodista opinando que la “desgracia” tal vez sirva para “comprender y respetar la prohibición de la presencia de menores en el basural...”Habrá que avisarle al periodista que hay pibes que viven de la basura. Habrá que contarle que nadie elije deambular entre el olor a podrido, las ratas y la miseria.
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