RESUMEN DE LA AGENCIA INFORMATIVA PELOTA DE TRAPO




Olfato fácil


12/02/09
Por Alfredo Grande
"al caballo regalado, mejor mirale hasta los dientes"(aforismo implicado)

Los hechos juzgados ocurrieron el 9 de mayo último cuando efectivos de la comisaría 36 advirtieron en la intersección de Lafuente y Velázquez, de esta Capital, que un joven "al percatarse de la presencia policial cambió raudamente de sentido por la cual venía caminando".


"Los motivos previos que resultan los fundamentos en los que deben apoyarse los procedimientos policiales no resultan suficientes para justificar su actuar", dijeron los camaristas al considerar que los uniformados se excedieron, ya que interceptaron al joven sólo "por haber cambiado el sentido de su circulación".


Con un criterio dispar los magistrados de la Cámara del Crimen, Juan Cicciaro y Abel Bonorino, afirmaron que un motociclista que "al observar la presencia del móvil policial, puso en marcha el rodado y se alejó del lugar", sí podía ser demorado por los efectivos.


En esa ocasión, los policías advirtieron que el conductor de la motocicleta que aguardaba en la intersección de Caboto y Olavarría, de esta ciudad, al ver a los pesquisas arrancó y pretendió irse del lugar.Según los magistrados, esa conducta "comporta una sospecha razonable que justificó en este supuesto especial, la intervención tendiente a identificar a quien egresaba de la finca sita en Caboto 1320, a la sazón, acompañante del otro individuo mencionado". Los camaristas explicaron que, frente a la detención, el sujeto "se tornó agresivo, al punto de trabarse en lucha con los preventores, y extrajo un arma de fuego de su cintura, que arrojó al suelo".


Por el contrario, en el caso del sobreseimiento, los magistrados del fuero federal explicaron que hacen falta elementos "objetivos" para autorizar la requisa, ya que "las meras corazonadas a veces incluidas dentro del vago concepto de 'olfato policial' que no superan el ámbito interno del funcionario quedan a un margen y no basta para legitimar la conducta invasiva".


Por este hecho, el juez federal Marcelo Martínez Burgos había procesado al joven por "tenencia de estupefacientes para consumo personal" pero el defensor oficial Juan Hermida apeló esa resolución y el tribunal superior convalidó sus argumentos.


(Diario Página/12 19-01-09)
(APe).- Como médico, muchas veces me ufané de mi ojo clínico. Recuerdo cuando se decía de aquel que todo lo escuchaba, que tenía oído de tísico. Ahora, el tema del olfato ocupa los espacios de la justicia. ¿Será lo policial un ámbito para el desarrollo del olfato? Recordemos que el olfato dejó de ser importante en el homo sapiens a partir de la bipedestación. Caminar con dos patas (y a veces pensar con una sola) limitaba el uso del recurso olfativo. Por cierto que la mirada, el oído y el pensamiento suplieron con ventaja el recurso de la nariz o el hocico contra el suelo. De todos modos no deja de ser sugestivo unir la idea del olfato con el accionar policial. Por supuesto si los magistrados se hubieran referido a la “intuición”, otro gallo y otro artículo cantaría. Pero hacer hincapié en el olfato puede ser una forma sutil de equiparar el accionar policial con las formas más primarias del desarrollo humano. Olor a extremista, aroma a piquetero, lavanda guerrillera, colonia opositora, perfume de gorila, serían fácilmente detectables por uniformados que lejos de las sutilezas de la ciencia investigativa, (al estilo por ejemplo de C.S.I., la notable serie) solamente le dieran fe a los resultados que narices entrenadas arrojaran sobre los sospechosos de siempre. Es cierto que los olores de los estafadores manos de tijera, encaramados en todos los escalafones del poder del estado, son más difíciles de detectar. Esa dificultad del diagnóstico olfativo se denomina fueros, y es inaccesible a la nariz mejor entrenada. Pero el olfato se entrena en otros escenarios, mucho más cerca de los patios traseros que de los lobbys hoteleros 5 estrellas. No deja de ser interesante que más allá de los juicios disímiles, en ningún fallo se cuestionó el tema del olfato en sí mismo. Porque si hay algún sentido fácil de engañar, es justamente el olfato. Todos los represores / gerenciadores lo tienen claro, por eso tienen enormes cantidades de perfumes para que el olfato de las masas sea, una y otra vez, defraudado. La masificación del pensamiento político nos hace pensar que el olfato está presente más de lo que deseamos. Por supuesto, para oler todos los aromas encubridores, todas las fragancias berretas, porque el hedor de la naturaleza profunda del sistema es insoportable. ¿Cómo hacer para no oler en el alud de agua y barro que arrasó Tartagal la desidia de una sistema que apenas hizo obras por la mitad y además dejó un puente inservible que funcionó como una barrera que provocó la masacre líquida? Quizá podríamos afirmar que mientras algunos elogian el olfato policial, otros deplorar la falta de olfato popular. Los hocicos de las masas han sido rociados con los poderosos neutralizadores de los medios de comunicación/alienación masivos. Un poco de perfume de populismo es suficiente y la justicia social queda equiparada con el canje de electrodomésticos. Oler el gas no sólo será peligroso, sino carísimo. El Plan de Uso Racional de la Energía, (PURE) nos seguirá haciendo puré, porque esa racionalidad tiene el olor clásico del tarifazo. Un plan de la subsecretaría de trabajo de Corrientes se llama “Yo vivo de lo que tú tiras”. Si olfateamos, es claro que vivo para la mierda, pero vivo. Sugiero otro Programa: “Yo como de lo que tu cagas”. No es recomendable en estos casos abusar del olfato, porque una cosa es el olfato policial, siempre necesario, que olfatear por puras ganas de olfatear. Y joder. ¿Será posible pensar que también el olfato esté atravesado por la lucha de clases? Olfateo que sí. Que el olfato del poder es promovido (encuestas de opinión, intención de voto-olfato) mientras que el olfato de las masas siempre es neutralizado. El olfato del poder es preventor. El olfato de las masas es neutralizado. El olfato del pensamiento crítico es socavador. Norberto Galasso, historiador de justa notoriedad, escribió: “Quienes socaven este proceso (se refiere a la gestión del gobierno actual) con planteos que desconocen la correlación de fuerzas existente asumen una grave responsabilidad si se frustra esta gran oportunidad para ir dando pasos hacia una América latina unida y soberana, marchando en el camino del socialismo del siglo XXI.” O sea: todos aquellos que olfateamos que algo del capitalismo serio está profundamente podrido y no marcha hacia ningún socialismo, y mucho menos en el siglo XXI, asumimos una grave responsabilidad. En buen romance: seremos culpables del fracaso. Del éxito, serán responsables ellos. Como dijo Freud: si es ceca yo gano, si es cara usted pierda. Mi olfato me hace sentir que vetar la ley de protección de los glaciares tiene más que ver con el capitalismo del siglo XIX que con el socialismo del siglo XXI. Pero debo aceptar que no tengo el olfato fácil.

Un genocidio y volvemos


11/02/09
Por Oscar Taffetani
(APe).- Ha sido un triunfo del Cuarto Poder (así le decimos todavía hoy a la prensa y los medios de masas) lograr que su agenda se haya convertido en agenda de la dirigencia política.
Los gobernantes -aún los opositores- hablan de lo que hablan los diarios, dicen lo que los diarios esperan que digan y siguen a pie juntillas un calendario de temas y efemérides que son dictadas desde otro lugar: hoy debatimos el hambre; mañana toca dictadura militar; el domingo, seguridad; el martes, desempleo...
Por eso no tiene que asombrar que el gobierno del Chaco se haya olvidado del gravísimo cargo de genocidio que el Ombudsman le hizo a mediados del año pasado, de la intimación de la Corte Suprema y del estado de esas comunidades originarias que poco a poco van siendo excluidas y exterminadas, no ya por la trilogía Remington-Telégrafo-Ferrocarril (que hizo estragos a principios del siglo XX) sino por la nueva trinidad Soja-Marketing-Planificación global.
No tiene que asombrar que el gobierno de Jorge Capitanich se haya olvidado de esas etnias originarias que se van perdiendo y disolviendo, por negligencia del gobierno, en la provincia del Chaco.
Ni debe sorprender que un gobernador llame a conferencia de prensa para "destacar la solvencia" del Nuevo Banco del Chaco (aunque podríamos preguntar por qué tuvieron que fundar un nuevo banco provincial).
O que ese gobernador, Capitanich, esté apoyando bajo cuerda la candidatura de Sergio Paszko a la intendencia de La Tigra (las encuestas dicen que Paszko podría perder en su distrito, lo que sería un mal antecedente para las generales de octubre).
Sin embargo, la agenda de este gobernante no es muy diferente de la agenda de la oposición. Todos están pensando en los comicios de octubre y en cómo mejorar sus posiciones para el cotejo de 2011.
Qué podrán importarles, entonces, unos pocos bebés que se mueran de hambre o de pobreza en Villa Río Bermejito, en Castelli, en El Impenetrable. Y qué podrán importarles los padres de esos bebés, iletrados y no-empadronados que apenas si votan, cuantitativamente irrelevantes.
Últimos reportes del hambre
"Continua y sistemáticamente mueren los indígenas recién nacidos en la zona roja de El Impenetrable", dice un reporte del Centro Nelson Mandela. "A las muertes de los bebés de las madres tobas Estefanía Flores y Cinthia Cabrera, que se produjeron a mediados de diciembre pasado en Villa Río Bermejito, durante lo que va de enero se sumaron dos nuevos fallecimientos de bebés..."
Deshidratación y anemia son los cuadros más comunes, a veces complicados con la coqueluche (tos convulsa) o con alguna otra peste de ésas que la humanidad creyó que había dejado atrás en el siglo XX.
Tan grave como la enfermedad -un azote reiterado y estructural- es la insuficiencia de medios de prevención y cura. Tan grave como la enfermedad es la mala praxis (mala praxis médica, mala praxis gubernamental) que impide sacar a un bebé o a un adulto de un cuadro crítico.
"Luis Cuéllar duró en este mundo -continúa el reporte- 22 meses. A comienzos del mes de enero fue atendido en el puesto sanitario de Bermejito. Estaba gravemente deshidratado. No lo compensaron 'por falta de vía'; esta cerril expresión médica significó que no fue hidratado porque, en última instancia, no existe en el puesto sanitario nadie que realice prácticas endovenosas..."
"El gobierno provincial -leemos en otro reporte- inauguró con bombos y platillos el puesto sanitario del paraje El Canal. También inauguró el galpón El Refugio (...) ninguno de los dos edificios fueron habilitados; o sea que, a pesar de las inauguraciones publicitadas, no funcionan..."
Así las cosas, siguen las muertes evitables en las comunidades originarias del Chaco argentino. O sea: continúa el genocidio; aunque no lo veamos en la tapa de los diarios; aunque un conductor de televisión, en este agobiante verano, nos distraiga con un chiste o con una tanda comercial.
La vida, sus anónimos artistas
En El formalismo en la ética y la ética material de los valores, el pensador judeo-alemán Max Scheler ofrecía un sencillo ejemplo, tomado de la literatura, de lo que llamaba las preferencias axiológicas (es decir, las opciones que un ser humano toma a priori, antes de meditar o de formarse un juicio de valor).
El ejemplo era sencillo: en un edificio en llamas hay que optar por rescatar una pintura muy famosa, que podría quemarse, o salvar a un niño. ¿Usted qué haría?
Nos viene a la memoria el a priori axiológico de Max Scheler, filósofo empeñado en construir una ética objetiva, que superara la indeterminación de la fórmula kantiana.
Nos viene a la memoria porque vemos -valga la extrapolación- que el gobierno del Chaco, como muchos otros, instintivamente elige salvar la pintura famosa (es decir, las encuestas, las elecciones, su propia vanidad) y no al niño, que corre el riesgo de perecer (y que de hecho, perece).
Ese niño -además- aunque no tenga nombre ni DNI, es un exponente, un delegado nato, de los originarios habitantes de este suelo. Es una obra de arte concebida por sus padres, hildalgos y anónimos artistas de El Impenetrable, provincia del Chaco, que merecen un mejor destino bajo este cielo, y en este suelo.

Noticia en la lluvia


05/02/09
Por Miguel A. Semán
El sistema que no da de comer, tampoco da de amar, a muchos condenaal hambre de pan, y a muchos condena al hambre de abrazos.


Eduardo Galeano
(APe).- Con esa frase cerrábamos en la primavera del año 94 un artículo de la revista Pibes donde contábamos la historia de Wilfrida, una crónica de la dispersión y el exterminio amoroso. Una jueza que ya no es la había calificado de deficiente social y había entendido que como ya no podía esperarse de Wilfrida ninguna mejoría económica ni "moral" era necesario desahijarla sin piedad y sin apelaciones.
Así fue. En nombre de la infancia tutelada se demolieron los afectos y una pobre resolución judicial, sin fundamentos, abolió los vínculos y los cuatro hijos fueron dados en adopción, a cuatro familias diferentes. A ella, a la madre, le fijaron un régimen de visitas de dos horas semanales, en la plaza pública, bajo la vigilancia de los guardadores.

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