RESUMEN DE LA AGENCIA INFORMATIVA PELOTA DE TRAPO




La memoria del horror

12/03/08

Por Vicente Zito Lema

(APe).- Memorar el horror es justo y necesario. Porque el horror existió y muchos que lo padecieron están vivos.
Memorar el horror debe ser un acto de amor para los muertos, que están solos en la soledad de la muerte.
Y esa memoria debe estar viva, para que ese amor sea vida y no una siniestra y vacía parodia del amor.
Esa memoria, esa pasión, saben que hubo responsables del horror.
Los que de una manera y de otra manera y de mil maneras, mataron, torturaron, violaron y profanaron la vida y hasta profanaron la muerte con la desaparición de los cuerpos. (Pobres cuerpos que nunca terminarán de ser profanados…)
Fue una gran pesadilla. Sin embargo podemos decir más: se tratóde una realidad organizada.
No hubo aquí horror por el horror.
Sí, hubo aquí, horror para precisos fines. Verdugos, para uno a uno cumplir los fines.
Hablamos de los verdugos y hablamos de quienes arrimaron la soga a los verdugos y arrojaron los pobrecitos cuerpos de los sacrificadosa las manos de los verdugos.
Hablamos de esos fines: sostener un sistema de reproducción material de la existencia basado en la perfección de la antropofagia; cuerpos que devoran a otros cuerpos más débiles con usura,y que destruyen a la naturaleza también con usura.
Hablamos de un poder político, de un poder económico, de un poder cultural, del poder de una iglesia que sacrifica la vida porque solo existe en la muerte. Hablamos de unos fines: defender, profundizar, perpetuar ese poder que se sentía amenazado, y que estaba amenazado.
Miles y miles de hombres y mujeres, muchos de ellos muy jóvenes, o sea que pensaban que la vida era eterna, muchos de ellos casi niños de frentes celestes, querían construir el reino de los cielos, aquí, en la tierra.
El amor, aquí, en la tierra; La belleza, aquí, en la tierra; La justicia, aquí, en cada pliego de la realidad de la tierra.
Y entonces supieron como hoy, que no hay amor con pobreza.
No hay belleza, con pobreza.
No hay justicia, en la manchada y desgarrada realidad de la tierra, con pobreza.
Todo hiede, todo se vuelve llaga, los cuerpos son fantasmas de las lágrimas, con pobreza.
La cara más terrible de la pobreza, la esencia más terrible de cada cuerpo, allí mismo donde yace la angustia de la finitud,es el hambre, la tristísima materialidad del hambre. La desgracia, de la que habla el alma herida, es el hambre. El dolor es el hambre. La muerte a caballo de la muerte, es el hambre.

Y más desgracia, más dolor, y más humillación de la vida a caballo de la muerte más muerte es el hambre que sufren los niños. (¡Oh, Dios, hay un cuchillo en esos ojos!).
Sí, hay memoria del horror porque hubo un tiempo en que los corazones se alzaron contra una manera de vida que no es vida, en el horror de todos los días…
Memorar el horror del Terror de Estado (24 de marzo de 1976), es seguir alzando el corazón y la palabra contra el horror del hambre y el crimen de la pobreza; Que la paz sea en los espíritus cuando halla justicia en el reino de la tierra.

Rosario: crónicas contra el hambre”

07/03/08

(APe).- “Vamos a hacer marchas hasta que no haya más hambre en la Argentina”, dijo una niña luminosa de ojitos marrones.
Lo dijo en La Toma, Rosario, frente a miles de personas. Lo dijo ante un ondulante mar de manos y corazones, y de voces que cantaban, y de banderas que nos identificaban.
Otra niña luminosa, con la sabiduría de nuestros pueblos originarios, dijo que “no es posible que a los gobiernos se les tenga que mendigar para tener vivienda y educación”.
¿Que podíamos agregar a esas palabras, llenas de fundamento y de razón?
Víctor De Gennaro, secretario de Relaciones Institucionales de la Central de los Trabajadores de la Argentina, sostuvo que “frente a este gobierno es necesario construir una nueva marcha que recoja la experiencia de las anteriores. Porque yo tuve la suerte de aprender de estos chicos que fueron capaces de transformarse a si mismos, que se puede cambiar, que se debe cambiar. Hoy empieza el camino hacia la victoria. Nuestro pueblo está para más y es necesario juntarnos”.
A renglón siguiente, habló Alberto Morlachetti: “¿Cuál de los queridos pedacitos de Rodolfo Walsh o Agustín Tosco hablaba de capitalismo? ¿Qué tipo de amnesia globalizada sufrimos los argentinos? En los años setenta se hablaba de socialismo, no de capitalismo con rostro humano. Y eso es lo que habrá que reverdecer para que los chicos que tienen textura de futuro realmente lo sean. Socialismo para la liberación”, remarcó Alberto con una pasión desbordante y contagiante.
Para finalizar exhortó a la conciencia argentina: “si nosotros permitimos que haya el 45% de niños desnutridos en la capital correntina, el 30 por mil de mortalidad infantil en la provincia de Formosa ¿qué futuro nos queda? ¿o acaso el futuro no tiene textura de niños? Si tiene textura de niños, compañeros, esa marcha que estamos trazando entre todos, que recorrerá imaginarios, comenzará a dibujar otro camino y ese camino que va a dibujar es el camino de la liberación. Porque no hay otro camino.”
Prometió que “la que viene será la última Marcha de los Chicos del Pueblo. Porque vamos a llegar hasta la Plaza de Mayo y no nos vamos a ir hasta que efectivamente deje de haber chicos que se mueren de hambre en la Argentina. Porque un solo chico que se muere de hambre en la Argentina es ya un genocidio”, sostuvo en medio de aplausos y redoblantes esgrimidos con la singular habilidad de las manos pibas de los chicos que lucían sus pecheras con orgullo, aquellas de la leyenda “El hambre es un crimen”.
Vinieron los saludos de las Madres de Plaza de Mayo de Rosario y Santa Fe. Habló la querida e infaltable Queca Kofman que llamó a luchar “Por un pueblo feliz, por estos niños, por los sueños de nuestros hijos, esos sueños inconclusos y que hoy los están llevando a cabo todos los jóvenes, por ellos les pido que el día 6 de marzo signifique algo en la historia política de este país.”, indicó la maestra de ojos azules.
Eduardo Delmonte, de la Corriente Clasista Combativa, aseguró que “la lucha nuestra es una acumulación y vamos todos los días, junto a todos estos compañeros con los cuales hemos aprendido a conocernos día a día, a compartir la trinchera de lucha para un día poder pasar en limpio lo que aprendimos del 2001, que no se cerró, que sigue abierto y que tenemos que concluir las tareas que empezamos esos días que es imponer un gobierno de unidad popular que meta la mano en los bolsillos a los grandes terratenientes y a los grandes monopolios –extranjeros fundamentalmente-, y reparta esa riqueza. Vamos en camino de eso, hay luchas por todos lados, como acaba de nombrar el compañero De Gennaro, el compañero Morlachetti, y nosotros somos parte de eso y estamos muy contentos de estar acá”
Por su parte, Carlos Chile, del Movimiento Territorial Liberación, expresó que sentía victorioso. “Uno está acostumbrado a ir por los comedores y a ver como vamos peleándola, pero hay que ser muy revolucionario, hay que ser muy audaz, hay que querer mucho al futuro para ponerse 40, 50, 100 pibes al hombro, para educarlos, para cuidarlos, para lavarlos, para darles de comer, para sufrir frente a cada una de sus dificultades, para soñar un futuro distinto y que estos pibes vayan creciendo y se transformen en educadores. La primera reflexión que a mi me viene a la cabeza, es que somos invencibles, que no nos pueden derrotar quienes soñaron el país del “sálvese quien pueda”, quienes soñaron el país de los Mac Donald’s, porque se está construyendo el país de los chicos del pueblo.”, dijo con emoción y profunda simpleza.

Ese día en La Toma, Rosario, corazón de aquella pampa gringa que hizo soñar al mundo con un futuro de pan y trabajo, ese día empezó una vez más, con la fuerza de los Pibes y nuestra propia fuerza, por ellos recuperada, la Marcha, la definitiva Marcha para terminar con la lacra, con la vergüenza y con el impune crimen del Hambre.

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