RESUMEN DE LA AGENCIA INFORMATIVA PELOTA DE TRAPO


La palabra desamparada
31/10/07
Por Alberto Morlachetti
(APe).- Los rebeldes de Seattle que desfilan bajo el emblema de "otro mundo es posible" toman a la publicidad como el habla del neoliberalismo y como el discurso que hace concebir al mundo entero a la manera de una mercancía. O mejor, como un hipermercado donde se incluye también el parque temático de nuestras vidas: “Lo Tuyo es Tuyo”, quitó del camino las últimas herejías como aquella de Proudhon de 1840: “la propiedad es un robo”, lanzada a sus contemporáneos en el siglo XIX. Las generaciones se suceden y repiten de memoria este enigma teológico sin que su cerebro termine de estallar. Cada piedra que se expropia al disfrute colectivo es “el corazón endurecido del último pájaro que cantó en la noche”. El filósofo Robert Redeker, sin embargo, en lugar de observar tal mercantilización, ve en la publicidad un arte que contribuye a humanizarnos. No todo ha de ser lógica, razón y sentido común. ¿Por qué no ponerle título de propiedad a las emociones que genera un campo de girasoles que padecen sus amarillos? Bienvenidos al lado Coca-Cola de la vida.
-I-
En los tiempos que el sueño pertinaz de la vida corre peligro de quebranto, los tecnócratas -con voto de castidad- han contribuido intelectualmente a que los Tobas antes de ser aniquilados sean despojados de sus cualidades humanas. Animalizarlos, así “Garrotear lobos, cazar patos o matar indios es lo mismo” dice David Viñas. En el oscuro cuaderno de bitácora de este gobierno deben inscribirse las muertes de Juan Juárez de 58 años, que falleció el 20 de septiembre en el Paraje Pampa Argentina, de Irma Yolanda Largo de 53 años de edad que murió el miércoles 17 de octubre, en La Leonesa y de Valentina Oriburo -una pequeña de 21 meses de Villa Bermejito- severamente desnutrida que falleció el sábado 27 de octubre, en el fatídico hospital de Castelli donde el hambre no tiene cura. Quizás -escribe Vallejos- todo lo vivido se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
-II-
El filósofo francés manifiesta que la publicidad sería un canto que “favorece la alegría humana”, una especie “de lazo universal o de pegamento que une a unos hombres con otros". La publicidad que convoca a inversionistas en la provincia del Chaco para construir un fuerte polo de desarrollo fue parte del discurso del coordinador general de la Asociación Argentina de Productores ante más de 300 personas del norte del país que participaron en Octubre del XI Seminario organizado por Aapresid, y que por segundo año consecutivo se realizó en la localidad de Charata. El técnico agregó que la posibilidad de integrar sistemas productivos “y el desarrollo de los biocombustibles le dan a la región una perspectiva sin precedentes para los próximos años". Robert Redeker hace suyo el slogan publicitario de Seven Up “Sentirse bien es una elección”.
Fuentes de datos:Diarios La Nación 20-10-07 y Chaco Día x Día 25 y 29-10-07

Algo anda mal en Disney World
01/11/07
Por Oscar Taffetani
(APe).- “Algo está podrido en el Estado”. O si no: “Algo huele mal en Dinamarca”. La frase del príncipe Hamlet tuvo distintas traducciones a lo largo de la historia, y ninguna pudo alterar su esencia.

En ciertas situaciones -enseña Shakespeare- en las que ciertas palabras o declaraciones invitan a pensar que vivimos en el paraíso, un solo dato en contra, un dato que no encaja con el resto, nos basta para percibir el “mal olor”, nos basta para concluir que bajo de todo ese montaje lo que hay es una insostenible podredumbre.
Cuidar al inversor
Según han informado las agencias, la flamante empresa Walt Disney Mundo SA Inc. (sic) compró por un millón de dólares, a fines de octubre, un terreno cercano a San Pedro, provincia de Buenos Aires, donde se propone construir -dicen las fuentes- el “Disney” argentino.
“El terreno -señala un cable- de más de 130 hectáreas y con una isla en su interior, está ubicado en el kilómetro 9 del camino a la Vuelta de Obligado, y en él ya puede verse un cartel que reza: ‘Max Higgins presenta Walt Disney Mundo SA Inc. en la ciudad de San Pedro, Argentina. Próximamente’ ”.
“En declaraciones radiales realizadas en las últimas horas -sigue el mismo cable- el intendente Barbieri confirmó que estuvo reunido con los inversores y añadió que éstos ‘no pidieron nada’ a las autoridades para comenzar a trabajar en la radicación de lo que se llamaría Disney Mundo...”
Curioso: en lugar de preguntar, la multinacional Disney Mundo, cuáles serían los requisitos para instalar un parque Disney cerca de la Vuelta de Obligado (emblema de la lucha por la soberanía nacional, para algunos nostálgicos), es el mismo intendente de San Pedro, representante de las fuerzas vivas, quien se pone contento porque “no pidieron nada”.
Así están las cosas, en Argendisney.
Miedos VIP
“La posibilidad de que el dólar se dispare, a que los secuestren, a no vivir para siempre, la inseguridad, y perder su estándar de vida, quita el sueño a los más pudientes”, concluye un sondeo de opinión publicado por el diario Perfil poco antes de las elecciones.
“Según esta investigación de mercado premium, enfocado a los consumidores de mayor poder adquisitivo de la pirámide (NSE AB), que son alrededor de cien mil hogares según los últimos datos del INDEC, los más jóvenes son quienes manifiestan claros deseos de abandonar el país...”
“Otros miedos que aparecen en los argentinos más adinerados es la preocupación por la inseguridad y el miedo a ser víctimas de secuestros, la constante revisión de hechos del pasado ‘forzada’ por cierta clase política (‘setentismo’) y, por último, no poder ‘comprar la inmortalidad’ ”, leemos en otro pasaje del informe.
“En la investigación surge claramente el terror de los más pudientes -completa- a que la economía se derrumbe el día después de las elecciones. En especial, los hombres jóvenes, ligados a actividades comerciales o empresariales: ‘Yo creo que ahora no estamos en crisis pero me parece que en cualquier momento se va a disparar el dólar’, dicen”.
Suspendemos allí la transcripción del informe. Sentimos vergüenza ajena.
Burbujas argentinas
Mientras se instala un Disney en la Vuelta de Obligado; mientras avanzan a todo vapor, en la ciudad de Buenos Aires, proyectos inmobiliarios como Puerto Madero 2 y como la llamada Reurbanización de Retiro (eufemismo para decir que se comprarán y revenderán, a precios internacionales, los terrenos de la Villa 31), las noticias que salen en otras páginas de los diarios (en las páginas policiales, las páginas rojas, las páginas de la tristeza) hablan de chicos masacrados y arrojados a los basurales; hablan de chicos exterminados por el paco o forzados a prostituirse, o bien empujados a la ilegalidad para cumplir con el antiguo hábito (y derecho) humano llamado comer.
Por suerte -piensan los VIP- después de las elecciones no se disparó el dólar; hay tranquilidad en los mercados. Todo bien, entonces, en esos mundos paralelos, en esos mundos que no se tocan. Todo bien mientras la burbuja de los satisfechos (así los llamó, con precisión, el economista liberal John Kenneth Galbraith) no roza algún costado de la áspera realidad social.
Aunque la Gravedad, esa vieja ley física formulada por Newton tras la caída de una manzana en su propia cabeza, no perdona.
Y la Gravedad nos dice que, tarde o temprano, la burbuja de los satisfechos rozará el áspero suelo de la precariedad y la pobreza. Y nos dice que ese encuentro, violento, a muchos les traerá tristeza.
No habrá tristeza (es decir: no habrá más tristeza) para los hijos del desamparo. A ellos, como dijo el poeta, “un relámpago trunco les cruza la mirada”.
Sí la habrá para los satisfechos, para los que creen que es posible construirse un pequeño paraíso, custodiado por expertos, a donde no lleguen los pobres o las malas noticias.
A ésos, a los satisfechos, un día sus hijos les dirán, como aquel príncipe de Dinamarca enloquecido de cordura: “Algo está podrido en el Estado”.
O también, para adaptarlo a los tiempos que corren: “Algo anda mal en Disney World”.

Si desea enviarnos un mensaje, puede hacerlo a agenciapelota@pelotadetrapo.org.ar

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