16/05:
Práctica nº 5.
Ni un pibe menos
El hambre avanza sobre nuestros pequeños que titilan en algún rincón del desamparo. El país se desangra en niños. Más de la mitad de nuestros niños menores de 18 años se encuentran viviendo en la pobreza.
Decenas de niños menores de 5 años se mueren por día por causa de la miseria. Cuando hablamos de mortandad infantil, no sólo debemos incluir a los pequeños que se lleva la muerte, sino también a los niños dañados para siempre física, intelectual y emocionalmente antes del nacimiento de las palabras. El hambre es un crimen que aniquila el prodigio de la vida. Debe ser detenido. Sí o sí. Porque en nuestro país no faltan riquezas ni alimentos, ni platos, ni madres, ni médicos, ni maestros; faltan en cambio voluntades políticas, la imaginación institucional, la comprensión cultural y las ganas de construir una sociedad de semejantes. Para decir trabajo, para cantar infancia, para cantar familia. Sin una infancia sana, amasada y entera, es impensable una Argentina mejor. Porque un país que mutila a sus niños, es un país que se mutila a sí mismo.
Alberto Morlachetti
Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo
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