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Desde Lanús, un libro apunta al rol de los gremios ferroviarios en la muerte de Mariano Ferreyra
Miércoles, 11 de Abril de 2012 05:52 Redacción .
En su trabajo Mariano Ferreyra: un crimen de Estado contra la clase obrera, el dirigente del PO Lisandro Martínez desarrolla un meticuloso estudio de la situación de los trenes, y cómo gremios y empresas construyeron el sistema de tercerización. “Ejercieron una dictadura”, dispara.
Por Diego Lanese
El 20 de octubre de 2010, cerca de donde fueron asesinados Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, otro joven se sumaba a las víctimas de la represión de la protesta social. Mariano Ferreyra, militante del Partido Obrero, murió por las heridas sufridas cuando una patota atacó la columna que reclamaba el fin de la tercerización en los ferrocarriles. El crimen generó una enorme conmoción en el país, y precipitó la suerte de un histórico del gremialismo local: a los pocos meses José Pedraza, titular de la Unión Ferroviaria, fue detenido acusado de ser coautor de la muerte del militante. A más de un año de aquella tarde trágica, desde Lanús un libro plantea un repaso por el brutal hecho, acusa a los gremios ferroviarios de ser cómplices del sistema montado para precarizar el trabajo y apunta a las responsabilidades estatales.
Mariano Ferreyra: Un crimen de Estado contra la clase obrera es un libro escrito por Lisandro Martínez, sobre la base de su experiencia directa en el caso y las declaraciones públicas de los principales protagonistas del hecho. Dirigente del Partido Obrero de Lanús, Martínez hace además un exhaustivo análisis de la situación de los trenes, desde los días del plan Larkin hasta el modelo actual. En su recorrido, va desgranando la situación de los tercerizados, que se terminó de visibilizar luego de la muerte de Ferreyra. “Que sea un crimen del Estado hacia la clase obrera está fundamentado en las declaraciones de los principales responsables, sale de las palabras que funcionarios y dirigentes tuvieron luego de la muerte de Mariano”, analiza Martínez en diálogo con Diario del Sur del GBA.
Para el autor, el intento de tapar el crimen no tuvo éxito gracias a la labor de algunos medios. “Los periodistas del canal C5N, por ejemplo, tuvieron una actitud muy valiente, desnudaron el accionar de las patotas en el lugar”, recordó.
A lo largo de las 200 páginas, Martínez se hace de información de primera mano para denunciar la complicidad de los gremios ferroviarios en el armado del sistema de tercerizaciones. “La Unión ferroviaria y La Fraternidad durante muchos años tuvieron un rol protagónico en el armado del fraude de los subsidios, primero ejerciendo una verdadera dictadura en los gremios”, relató Martínez. No por nada Pedraza y parte de la conducción de la Unión Ferroviaria están presos acusados de armar la patota de barras bravas y de integrantes del gremio que emboscó a la columna del PO en Barracas, luego de protestar por el fin de las empresas tercerizadas y la necesidad de “a igual trabajo, igual salario”.
“En los talleres de Remedios de Escalada en los últimos tres años la empresa UGOFE (concesionaria de la ex línea Roca) incorporó unos 1500 patoteros de distintos sectores, que están a su servicio y del gremio. Cristian Favale (acusado de ser el autor material de la muerte de Ferreyra) es el emblema de esto”, denunció Martínez.
El rol de los gremios
Desde su edición, en diciembre de 2011, Martínez y el PO fueron presentando el libro en distintos distritos del conurbano, como parte de la campaña para lograr justicia en este caso, y centrándose en las críticas a los gremios y al gobierno kirchnerista. En este sentido, como bien señaló Sebastián Rodríguez, secretario general de Gráfica Morvillo, en el libro se puede ver que “las actuales comisiones directivas de La Fraternidad y de la Unión Ferroviaria están compuestas por los carneros de las luchas del 90” contra las privatizaciones.
“Nosotros lo dijimos el mismo día del crimen, tiraron a matar porque defendían un negocio millonario”, reafirma Martínez. Es que con el esquema de tercerización, muchos empresarios y sindicalistas se enriquecieron sin control. Por esto, para el autor de este libro “el crimen de Mariano se venía cocinando a fuego lento, y reveló un secreto a voces que destapó el impresionante negocio de los subsidios”.
Por esto, en una reciente presentación en el Centro Cultura al Sur de Temperley se destacó que este libro recoge la experiencia colectiva del Partido Obrero en el gremio ferroviario de los últimos 20 años.
El 20 de octubre de 2010, Mariano Ferreyra, de 23 años, fue asesinado por un disparo en el pecho, cuando una patota de la Unión Ferroviaria (UF) arremetió contra quienes exigían el pase a planta permanente de trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca. Hubo otros heridos: Elsa Rodríguez, Nelson Aguirre y Ariel Pintos.
Un día después, la Plaza de Mayo fue colmada con la presencia de más de 60 mil personas y las movilizaciones y actos signaron a varias ciudades de la Argentina reclamando justicia.
Luego de una investigación plagada de rumores, en febrero de 2011 fue detenido José Pedraza, titular de la UF, y su segundo, Juan Carlos “Gallego” Fernández. Además, Favale —un barra brava de Florencio Varela— fue sindicado como autor material y está preso, junto a Gabriel Sánchez (a quien también testigos señalaron como autor de los disparos), Pablo Díaz, Claudio Alcorcel, Guillermo Uño, Salvador Pipitó, Juan Carlos Pérez y Jorge González. Además, hay una causa que investiga si la Policía Federal “liberó” la zona para el ataque.
“Parece mentira que hoy en la ex línea Roca siga habiendo una enorme cantidad de tercerizados”, se sorprende Martínez, quien asegura que muchos de estos trabajadores son inmigrantes “que llegan en un total estado de desamparo”.
Por último, el autor detalla que, lamentablemente, “el crimen de Mariano se cierra con la tragedia del Once”, y reclamó cambios profundos en los gremios y la actividad ferroviaria.
EXTRAIDO DEL DIARIO DEL SUR DEL GBA
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