Mons. Frassia: "Cristo vino a traer soluciones"

Mons. Frassia: "Cristo vino a traer soluciones" 
Jueves 22 Ago 2019 | 07:48 am
Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): ¨Al leer rápidamente este Evangelio pareciera que es una complicación familiar, de roces entre una cosa y la otra, que se llevan mal porque se pelean, pero no es eso¨, explicó el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, al reflexionar sobre ese texto de Marcos, donde Jesús dijo que no vino a traer la paz sino la división. 

"Al leer rápidamente este Evangelio pareciera que es una complicación familiar, de roces entre una cosa y la otra, que se llevan mal porque se pelean, pero no es eso", explicó el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, al reflexionar sobre ese texto de Marcos, donde Jesús dijo que no vino a traer la paz sino la división.
"Cristo vino a definir la Historia de la Salvación -expresó el pastor avellanedense-; Cristo vino a dar el remache final, único y original, en todo lo que es el sentido de su Misión. Cristo cumple con su misión. Cristo cumple con la misión del Padre. Él vino a dar la vida por nosotros, para salvarnos a todos, para que ninguno se sienta excluido o discriminado, porque todos estamos llamados a vivir en esa salvación".
 “Este llamado de Cristo –prosiguió el prelado-, esta paz es la verdadera paz, su Pascua, porque la salvación tuvo un costo muy alto porque nos amó y se entregó por nosotros y para nosotros. Tendríamos que vivir en actitud de agradecimiento por el gran amor que Dios nos tiene. Y ese amor nos invita a tenerlo, a vivirlo y a darlo a los demás.
Tenemos que aprender a amar a los demás. “Es evidente que hay una definición y eso, a veces, trae urticaria, inestabilidad, cuestiona éticamente actitudes que molestan a los demás. Y hay gente que no soporta a alguien que viva en el bien, que realmente haga el bien”.
 “Cristo vino a traer la definición y frente a Cristo no se puede ser neutral; no se puede ser ni si, ni no; no se puede uno no meter; no puede uno vivir en la total indiferencia; hay que jugarse, hay que comprometerse, hay que definirse y hay que vivir de convicciones”, concluyó monseñor Frassia.+

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