Conviértanse, porque el Reino de Dios está cerca

Conviértanse, porque el Reino de Dios está cerca 
Miercoles 7 Dic 2016 | 10:39 am
Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, comenzó sus reflexiones sobre el segundo domingo de Adviento con las palabras que San Juan, El Precursor, dirigió a la multitud que lo seguía a orillas del río Jordán: Conviértanse, porque el Reino de Dios está cerca. 
El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, comenzó sus reflexiones sobre el segundo domingo de Adviento con las palabras que San Juan, El Precursor, dirigió a la multitud que lo seguía a orillas del río Jordán: Conviértanse, porque el Reino de Dios está cerca.
 Para comprender qué significa la presencia de Jesús, el obispo recordó "aquel primer diálogo entre la Santísima Virgen y su prima Isabel quien manifestó que 'el niño saltó de gozo' por la presencia de Jesús, el Hijo de Dios", que estaba en el seno de María. Ahora Juan -un hombre austero que hacía penitencia en el desierto, un hombre de oración que no está contaminado con nada- se dirige a los judíos, los oyentes de aquel entonces, y ¡les pide conversión!
 Y explica: "La conversión no significa cambio de pequeñas cosas, ni una modificación externa, una limosna que uno pueda hacer, una visita a un enfermo y pequeños gestos que uno pueda realizar para contentarse y seguir igual. No; la conversión no sólo es del corazón sino también de la mente y las obras. Juan el Bautista se enoja y les dice: “¡Ustedes vienen aquí y se contentan con decir ‘nosotros tenemos por Padre a Abraham’ pero no se convierten!”
 "Cuántas veces, nosotros y los demás expresó-, hacemos cosas que otros hacen, o nos ponemos en la fila de 'algo' o de 'alguien', por ejemplo cuántos van a ver al Papa, se sacan la foto y pareciera que ya todo está colmado, cumplido, porque tenemos “la foto”, o porque “salimos” con él; pero en verdad esto no es suficiente. La conversión es del corazón, de la vida, del pensamiento, de las actitudes y de las obras.
 Por últimno monseñor Frassia aconsejó que en este Adviento 'aprovechemos el llamado de Juan el Bautista, el Precursor, que nos está invitando a que mejoremos la calidad de vida, algo que él reconocía muy bien: “yo no soy digno ni siquiera de desatarle las sandalias al Maestro”.+

Comentarios

Seguidores