Semana Santa, tiempo de reflexión para el cambio

Semana Santa, tiempo de reflexión para el cambio
Lunes 30 Mar 2015 | 10:38 am
 Domingo de Ramos en la catedral de Avellaneda.

Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): La feligresía de Avellaneda se reunió el domingo 29 de marzo por la mañana en la Plaza Alsina, frente a la catedral de Nuestra Señora de la Asunción, para comenzar la Semana Santa. El obispo diocesano, monseñor Rubén Frassia, bendijo los ramos y ofreció una reflexión en la que invitó a convertir el corazón y “cambiar nuestro modo de ser”.

 La feligresía de Avellaneda se reunió el domingo 29 de marzo por la mañana en la Plaza Alsina, frente a la catedral de Nuestra Señora de la Asunción, para comenzar la Semana Santa. El obispo diocesano, monseñor Rubén Frassia, bendijo los ramos y ofreció una reflexión en la que invitó a convertir el corazón y “cambiar nuestro modo de ser”.
 Monseñor Frassia se refirió al reciente documento del episcopado, titulado “Las Elecciones, exigencia de compromiso ciudadano”. En ese texto, los obispos consideran que este tiempo debe ser un momento propicio “para iniciar un examen de conciencia colectivo y proponernos como sociedad metas exigentes que nos estimulen a crecer en la cultura del diálogo y el encuentro”.
 “¿Qué hemos hecho de la Argentina? ¿Qué hemos hecho de nuestra patria? ¿Qué estamos haciendo de nuestra familia? ¿Qué estamos haciendo de nuestras vidas? Es cierto que hay algunos que tienen más responsabilidades que otros, pero esas responsabilidades no nos pueden eximir, ni excusar, de nuestra propia respuesta. Para cada uno es algo personal”, aseguró el prelado.
 Monseñor Frassia exhortó a cambiar el trato con los demás, liberarse de “ciertos sistemas que nos oprimen y esclavizan”, buscar “soluciones verdaderas y eficaces y trabajar siempre con amor hacia el bien común”. “Tenemos que darnos cuenta que podemos ser distintos y pensar distintos, pero que nunca eso nos pueda excusar para no trabajar por el bien común.
Tenemos que darnos cuenta que la paz es posible. Tenemos necesidad de saber dialogar y para dialogar hay que saber escuchar, pero si uno ‘derrota’ al otro, o lo desprecia, el diálogo se entenebrece, se debilita y se pierde. Hoy nuestra sociedad escucha poco. Nosotros, a veces, escuchamos muy poco”, consideró.
 Finalmente, el obispo de Avellaneda-Lanús invitó a pedir a Dios para que la fe del pueblo “no se reduzca a la sacristía”, sino que marque la vida y la cultura y se haga presente en todos los ámbitos.
 “Que al inicio de esta Semana Santa acompañemos al Señor en su vida, en su misterio, en lo que dice, en lo que hace y realiza. Si dejamos pasar al Señor por nuestra vida, seremos transformados”, aseguró el obispo.+

 Texto completo de la reflexión
Bendición de Ramos 
Reflexión de monseñor Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús, en la bendición de Ramos (Plaza Alsina, 29 de marzo de 2015) 

 Este es el inicio de la procesión. Ahora, con estos ramos bendecidos, rociados con agua bendita, pedimos que la bendición de Cristo llegue a nosotros y después de la misa, cuando los llevamos a casa, le pedimos a Dios que proteja y bendiga nuestras familias, nuestras casas y a todos los que la visitan. 
 Este es un buen tiempo para reflexionar junto a los Obispos Argentinos, que en el reciente documento LAS ELECCIONES, EXIGENCIA DE COMPROMISO CIUDADANO, nos dicen que “debería ser un momento propicio para iniciar un examen de conciencia colectivo, y para proponernos como sociedad metas exigentes, que nos estimulen a crecer en la cultura del diálogo y el encuentro.” 
 ¿Qué hemos hecho de la Argentina? ¿Qué hemos hecho de nuestra patria? ¿Qué estamos haciendo de nuestra familia? ¿Qué estamos haciendo de nuestras vidas? Es cierto que hay algunos que tienen más responsabilidades que otros, pero esas responsabilidades no nos pueden eximir, ni excusar, de nuestra propia respuesta. Para cada uno es algo personal. 
 Tenemos que cambiar. 
 Tenemos que cambiar nuestro modo de ser. 
Tenemos que cambiar nuestro trato para con los demás. 
 Tenemos que darnos cuenta que ciertos sistemas, en lugar de liberarnos y humanizarnos, nos oprimen y esclavizan cada vez más. 
 Tenemos que darnos cuenta que estamos viviendo una vida demasiado oprimida y triste. 
Tenemos que darnos cuenta que hay que buscar soluciones verdaderas y eficaces para lograr y trabajar siempre con amor al bien común. 
 Tenemos que darnos cuenta que podemos ser distintos y pensar distintos, pero que nunca eso nos pueda excusar para no trabajar por el bien común. 
Tenemos que darnos cuenta que la paz es posible. 
 Tenemos necesidad de saber dialogar y para dialogar hay que saber escuchar, pero si uno “derrota” al otro, o lo desprecia, el diálogo se entenebrece, se debilita y se pierde. 
 Hoy, nuestra sociedad escucha poco. Nosotros, a veces, escuchamos muy poco. 
 Pidamos al Señor que, con este misterio que Él realiza, nos traiga una vida nueva, nos de fuerzas para vivir como personas nuevas, proyectando cosas que nos hagan bien, que sirvan para los demás y que no sólo se digan sino que sobre todo se hagan. Decir y hacer deben ser coherentes y estar integrados en nuestra vida. La fuerza de Dios lo hará posible. 
 ¿O ignoramos tantas tragedias, tantas muertes, tanta violencia, tanta corrupción, tanta inseguridad? Son tantas las cosas que van debilitando al ser humano, que lo lleva a encerrarse y vivir con miedo. Queridos hermanos, no queremos vivir con miedo, no debemos vivir con miedo. 
Pidamos al Buen Dios que nuestra fe no se reduzca a la sacristía; la fe tiene que marcar vida, tiene que hacer cultura, tiene que estar presente en todos nuestros ámbitos. Que al inicio de esta Semana Santa acompañemos al Señor en su vida, en su misterio, en lo que dice, en lo que hace y realiza. 
Si dejamos pasar al Señor por nuestra vida, seremos transformados. Que así sea Mons. 

Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús

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