Paciencia y misericordia, claves de la actitud discipular

Paciencia y misericordia, claves de la actitud discipular 
 Miercoles 23 Jul 2014 | 11:12 am 
Avellaneda (Buenos Aires) (AICA): El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, difundió por radios del conurbano bonaerense y la capital federal una reflexión sobre la parábola del trigo y la cizaña, en la que destacó la paciencia y la misericordia que Jesús quiere enseñar a sus discípulos y desea de sus seguidores. El prelado invitó a llenar el corazón de gratitud, paciencia, ternura, misericordia y bondad, a ejemplo de Dios. 

 Monseñor Frassia invitó a reconocer en la parábola que Dios da la vida al hombre, siembra en él sus dones y espera que den frutos, aunque no sin esfuerzo, ya que en el caminar “entra la cizaña con forma de tentación”. Visto así, el prelado indicó que la vida parecería una lucha de buenos contra malos, pero recordó que el Señor pide no excluir a los demás y soportar con paciencia, misericordia y amor los defectos del otro.
“Sabemos perfectamente que ningún pecado puede cerrar, irremediablemente, las puertas de la misericordia de Dios. Ningún pecado, ninguna miseria por más grande que sea, puede impedir que Dios actúe con su misericordia infinita”, manifestó el obispo.
 “Él es paciente con todos y nos permite a todos, a los pecadores, el tiempo de madurar la conversión. Hay que sentirse llamado porque no siempre somos ‘trigo bueno’ ni tampoco somos ‘cizaña mala’. San Juan XXIII decía que la dulzura es la plenitud de la fuerza, que es la paciencia. ¡Cómo nos tiene paciencia Dios! ¡Y cómo nosotros también tenemos que tener paciencia para con los demás!”, explicó.
 Monseñor Frassia sumó una serie de ejemplos a su reflexión: “Supongamos los padres con los hijos: los hijos a veces tienen que tener paciencia con los padres, los nietos tienen que tener paciencia con los abuelos, los abuelos tienen que tener paciencia con sus hijos y con sus nietos. También nosotros tenemos que tener paciencia en nuestras familias, en la Iglesia, en la sociedad”.
 El obispo también reconoció que hay una intolerancia que puede ser muy negativa: la inseguridad. Al respecto, afirmó: “El inseguro corta todo, quiere cambiar todo; en cambio el que es seguro sabe conciliar todas las cosas; es paciente, espera, reconcilia, justifica, sana, ama. ¿Qué actitud vamos a tomar: del seguro o del inseguro?, ¿del paciente o de aquél que no tiene paciencia?”
 “Que el Señor llene nuestro corazón de gratitud, de paciencia, de ternura, de misericordia y de bondad”, deseó el obispo al concluir su alocución radial.+

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